Si Noé se hubiese acercado por España la pasada semana, no habría sido por casualidad, pues el temporal de lluvia y viento que se registró en todas las Comunidades Autónomas y, sobre todo, en Andalucía provocó hasta la interrupción del servicio ferroviario en varios puntos de las provincias de Jaén, Córdoba, Huelva y Sevilla. Una gran nevada en la mitad de la Península dio lugar a una intensa lluvia que consiguió dotar de estabilidad unos precios que se encontraban en descenso en los mercados oleícolas.<br />Esas lluvias, precisamente, fueron las causantes de la paralización de la recolección y de la molturación en las provincias de Jaén y Granada. Al no realizarse prácticamente ninguna operación, ni se pudo recuperar el mercado ni siguió descendiendo, por lo que el temporal parece que actuó como toldo protector y suavizó los precios, que consiguieron un poco de estabilidad. Eso sí, anteriormente habían descendido en el entorno de 15 ptas., hasta situarse, al cierre de esta edición, en las 310/315 ptas./kg. (1.863/1.893 €/t.), los refinables; en las 315/320 ptas./kg. (1.893/1.923 €/t.), los botella; en las 325/330 ptas./kg. (1.953/1.983 €/t.), los vírgenes extra; y, finalmente, los refinados, descendieron hasta las 335 ptas./kg. (2.013 €/t.). <br />Córdoba se metía también debajo del paraguas y mantenía sus mercados más estables, aunque el agricultor no empezaba a molturar, al no verse motivado por operaciones de venta. Sus precios se sumaban a los descensos de sus vecinos y los lampantes rondaban las 310/315 ptas./kg. (1.863/1.893 €/t.); los botella se situaban en las 315/320 ptas./kg. (1.893/1.923 €/t.); los refinados alcanzaban las 335 ptas./kg. (2.013 €/t.); y, finalmente, los vírgenes extra también descendían hasta las 325/330 ptas./kg. (1.953/1.983 €/t.).<br />En Sevilla, la lluvia sólo perjudicaba a los trenes que recorrían sus tierras, pues los mercados se veían más calmados, aunque todavía no existía practicamente demanda.<br />Sus precios seguían descendiendo hasta las 310 ptas./kg. (1.863 €/t.), los refinables; hasta las 315/320 ptas./kg. (1.893/1.923 €/t.) los botella; hasta las 335 ptas./kg. (2.013 €/t.), los refinados; y hasta la horquilla de las 330/350 ptas./kg. (1.983/2.103 €/t.), los vírgenes extra.<br />En Málaga, la prudencia se adueñaba de la oferta y la demanda, que veían llover mientras esperaban las consecuencias de la meteorología. <br />Los precios, por su parte, seguían descendiendo, lo que provocaba que los vendedores estuvieran rehacios a ofrecer su producto. Así, los refinables y los botella dejaban sus cotizaciones en blanco, mientras que los vírgenes extra se situaban en las 350 ptas./kg. (2.103 €/t.). <br />El mercado castellano-manchego, marcado por las heladas, recogía sus frutos de la variedad cornicabra, después de que la picual y arbequina se hubiesen adelantado. Los vírgenes extra descendían hasta las 330 ptas./kg. (1.983 €/t.); y los botella se situaban en las 320 ptas./kg. (1.923 €/t.). <br />En Tarragona, Lleida y Bajo Aragón, las heladas y las lluvias paralizaban la recolección y molturación, por lo que sólo se operaba con el virgen extra de Siurana que cotizaba a 355/385 ptas./kg. (2.133/2.314 €/t.).<br />El mercado barcelonés, por su parte, se quedaba en blanco debido a la falta de operaciones. <br />Finalmente, en Extremadura, el producto permanecía en los molinos, pues no querían vender a esos precios. La falta de liquidez afectaba a las posibles operaciones. Los lampantes se fijaban a 310 ptas./kg. (1.863 €/t.); los botella a 315/325 ptas./kg. (1.893/1.953 €/t.); y los vírgenes extra seguían sin cotizar.