Si bien en semanas anteriores eran las asociaciones andaluzas las que denunciaban la actual situación del mercado oleícola, recientemente eran la Federación de Cooperativas Agrarias de Catalunya (Fcac), Unió de Pagesos de Cataluña, Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) y la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) quienes suscribían en Reus un manifiesto conjunto contra la “grave” crisis de precios que padece el sector del aceite de oliva. <br />Las organizaciones catalanas alertaban de que cualquier sector que venda de manera continuada por debajo del coste de producción “está destinado a desaparecer”.<br />Según detallaron, el precio del aceite de oliva ha caído hasta un 52% en la última década y un 30% respecto al precio registrado hace cuatro campañas. Ante esta situación, señalaron que las medidas de mercado planteadas por Bruselas, como el almacenamiento privado, son “claramente insuficientes y no permiten conseguir una recuperación de los precios en origen”.<br />Según explicaron las organizaciones, el mercado del aceite de oliva es un mercado global, en el que la previsión de consumo mundial para esta temporada se estima en 3,0785 millones de toneladas de aceite con una producción de 3,0980 millones de toneladas, quedando 19.500 toneladas para enlazar campañas, por lo que “todo el aceite de oliva se vende y no hay exceso de oferta”.<br />En su opinión, la situación para los productores y las cooperativas elaboradoras es “insostenible” porque ven como aumentan sus gastos mientras se reducen los ingresos.<br />Por ello, creen que es necesario establecer medidas en defensa de la viabilidad del sector productor de aceite de oliva en Cataluña.<br />Entre las actuaciones que proponen, figuran modificar las actuales medidas de regulación de mercado, y dentro de la Política Agraria Común (PAC), introducir un mecanismo que permita las retiradas de aceite de oliva de baja calidad del mercado alimentario y destinarlo a otros usos, para regular su oferta.<br />Asimismo, reclaman aclarar las normas de competencia y revisar los dictámenes de la Comisión Nacional de la Competencia y la Autoridad Catalana de la Competencia, para establecer mecanismos claros que permitan saber cuando tienen una posición de dominio, así como establecer medidas que garanticen la calidad y la pureza de los aceites comercializados. <br />Además, abogan por pedir la exclusividad de la denominación “aceite” para el aceite de oliva, perseguir el “posible” fraude o la venta a pérdidas, control del etiquetado y la calidad de los aceites al consumidor, y modificar la normativa de calidad agroalimentaria, regulando la disposición de aceite a los consumidores en los restaurantes.<br />Según remarcaron, Cataluña ha sufrido una grave sequía que ha disminuido un 50% la producción de aceitunas, por lo que han solicitado al Departamento de Agricultura que reconozca esta especificidad en las líneas de ayuda a la financiación del sector agrario articuladas hasta ahora.<br />Y lo cierto es que el resto de mercados se encontraba exactamente igual. Tras varias semanas a la espera de que repuntasen los precios, entre otros motivos debido a la primera licitación del almacenamiento privado, continuaban con la misma tónica apática y los niveles igual de bajos que en semanas precedentes. En Jaén y Granada costaba vender hasta el lampante, que se encontraba en las 265 ptas./kg. (1.593 €/t.); mientras el botella permanecía a 275/285 ptas./kg. (1.653/1.713 €/t.); el refinado a 280/285 ptas./kg. (1.682/1.713 €/t.); y el virgen extra a 290/300 ptas./kg. (1.743/1.803 €/t.).<br />En Córdoba, el mercado era inexistente y al comprador no parecía interesarle ningún aceite, ni siquiera se daba salida a un lampante que permanecía a 265 ptas./kg. (1.593 €/t.); mientras el botella se establecía a 270/285 ptas./kg. (1.623/1.713 €/t.). El refinado, por su parte, se situaba a 278/280 ptas./kg. (1.671/1.683 €/t.); y, finalmente, el virgen extra a 290/300 ptas./kg. (1.743/1.803 €/t.).<br />El mercado sevillano se encontraba marcado por la paralización, con un refinado que cotizaba a 278/280 ptas./kg. (1.671/1.683 €/t.); al tiempo que el lampante repetía a 265 ptas./kg. (1.593 €/t.); y el botella a 280 ptas./kg. (1.683 €/t.). Por otro lado, el virgen extra se establecía a 300/320 ptas./kg. (1.803/1.923 €/t.).<br />El mercado malagueño se encontraba sin demanda, por lo que los precios repetían con un botella que cotizaba a 270/280 ptas./kg. (1.623/1.682 €/t.); el virgen extra lo hacía a 290/310 ptas./kg. (1.743/1.863 €/t.); mientras el lampante permanecía a 265 ptas./kg. (1.593 €/t.)<br />El mercado castellano-manchego se encontraba con escasísimo movimiento, ofertando el virgen extra a 295/305 ptas./kg. (1.773/1.833 €/t.); y el botella a 280/290 ptas./kg. (1.682/1.743 €/t.).<br />En Barcelona, la falta de operaciones mantenía el refinado a 277 ptas./kg. (1.665 €/t.); el botella a 295 ptas./kg. (1.773 €/t.); y el virgen extra a 320 ptas./kg. (1.923 €/t.).<br />Por su parte, continuaban en blanco los mercados de Extremadura, Valencia y Aragón.<br />