La pasada semana COAG-Jaén anunciaba que va a presentar una denuncia -junto a un informe que está elaborando con la situación del sector- ante la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) sobre la situación de bajos precios del aceite de oliva. En opinión de esta asociación, los bajos precios que viene registrando el aceite de oliva, con continuas bajadas en los dos últimos meses, vienen provocados por la estrategia clara de no comprar hasta la floración con el objetivo de poner nervioso al agricultor, que se encuentra en una situación de ruina extrema.<br />En palabras del secretario general de COAG-Jaén, Juan Luis Ávila, “no podemos comprender cómo tras cuatro cosechas con precios por debajo del umbral de la rentabilidad y una campaña con los peores datos de producción de los últimos 20 años, los precios vuelvan a encontrarse por debajo de los costes de producción”. Es más, Ávila apuntaba a que “la situación actual no responde a la lógica ley de la oferta y la demanda” sino a las prácticas especulativas de unas pocas empresas que acuerdan no comprar en determinados momentos para bajar el precio del aceite.<br />Lo cierto es que no estamos viviendo situaciones “normales”. Más bien al contrario. Nos encontramos ante un panorama anómalo, definido así por todo el sector, pues la parálisis permanente de las operaciones y la falta de demanda así lo demuestran. La extraña meteorología tampoco ayuda. No es de extrañar que en algunos puntos de sierra de nuestro país se produzcan algunas nevadas por esta época, pero que Jaén amanezca blanco a las puertas del puente de mayo -como ha ocurrido- es, como poco, inquietante.<br />Pero lo que permanecía más frío aun era el mercado. Sobre todo en tierras jiennenses, donde la situación se mantenía igual que durante las semanas precedentes, marcada por la ausencia de compradores. Allí, las cotizaciones -puramente orientativas, como en el resto de parqués- cedían ligeramente a la baja respecto a la semana anterior, con el lampante a 390/400 ptas./kg. (2.374/2.404 €/t.); el botella a 410/415 ptas./kg. (2.464/2.494 €/t.); el refinado a 415/420 ptas./kg. (2.494/2.524 €/t.); y el AOVE a 470/490 ptas./kg. (2.824/2.944 €/t.).<br />En Córdoba, el mercado continuaba igual de paralizado. El envasador no compraba debido a la lentitud de las salidas del aceite envasado y permanecía a la espera de los datos de abril de la Agencia para el Aceite de Oliva (AAO). Las cotizaciones situaban el lampante en las 390/395 ptas./kg. (2.344/2.374 €/t.); mientras el botella se establecía en las 410/415 ptas./kg. (2.464/2.494 €/t.); el refinado en las 415/420 ptas./kg. (2.494/2.524 €/t.); y el AOVE lo hacía en la horquilla de las 470/480 ptas./kg. (2.824/2.884 €/t.).<br />El parqué sevillano atravesaba una semana con un mercado absolutamente parado debido a la gran cantidad de aceite que atesoraban los envasadores. Se preveían cambios a partir de junio, pero no antes. Las cotizaciones situaban al lampante en las 390/400 ptas./kg. (2.344/2.404 €/t.); mientras el botella se establecía en las 410/420 ptas./kg. (2.464/2.524 €/t.); el refinado en las 420 ptas./kg. (/2.524 €/t.); y el AOVE lo hacía en las 470/500 ptas./kg. (2.824/3.010 €/t.).<br />En Málaga, la oferta continuaba retrayéndose, con precios ligeramente a la baja. Por ello, el mercado se mantenía parado, se acentuaba la ausencia total de operaciones y no se mostraban cotizaciones.<br />En Castilla-La Mancha el mercado seguía muerto y los precios fluctuaban mucho dependiendo de la calidad. Así, el botella se encontraba a 450/460 ptas./kg. (2.704/2.944 €/t.); y el AOVE a 475/490 ptas./kg. (2.854/2.944 €/t.).<br />En Barcelona, el mercado se mantenía parado y sin operaciones, por lo que cotizaba en blanco; como también lo hacían Tarragona y Garrigues.<br />En Extremadura no se realizaban operaciones debido a la falta de demanda. Los envasadores seguían cubiertos gracias a sus compras realizadas en el extranjero y se respiraba cierta inquietud por esta situación excepcional. Por esta razón los precios permanecían en blanco. <br />Finalmente, una semana más, Valencia también colgaba el cartel de “sin operaciones”.