La Fiscalía de Sevilla ha pedido dos años y medio de cárcel por un delito de estafa al socio y administrador único de una empresa de Alcalá de Guadaíra que envasaba garrafas con aceite de girasol, en una gran proporción, las cuales precintaba posteriormente y vendía como aceite de oliva. <br /><br />"A sabiendas de la adulteración del aceite y de que el contenido de los envases no respondía a lo indicado en las etiquetas" , donde ponía como ingredientes aceite de oliva virgen y aceite de oliva refinado, vendió a dos empresas hasta 158 litros a 3,61 euros/litro, según el escrito de acusación del fiscal.<br /><br />Los hechos se remontan a los meses de abril, mayo y junio de 1996 cuando F.G.R., socio, administrador y representante legal único de su empresa procedió a envasar en garrafas de uno, dos y cinco litros tal proporción de aceite de girasol "hasta el punto de que dicho aceite podía cumplir perfectamente la reglamentación de un aceite de girasol y no de oliva". <br /><br />De esta forma, vendió 48 litros a una empresa de Mairena del Alcor "como si se tratara de aceite de oliva" y otros 110 litros a una de El Viso del Alcor, a ambas a un precio de 3,91 euros/litro y sin que los comerciantes minoristas tuvieran conocimiento de la adulteración del aceite adquirido. <br /><br />El acusado obtuvo un beneficio ilícito de 631 euros y los perjudicados han renunciado a daños y perjuicios. El aceite adulterado fue precintado el 12 de junio de 1996 por inspectores e Consumo de la Consejería de Industria, Comercio y Turismo, los cuales tomaron muestras del mismo y, una vez analizados, se pudo comprobar por la Consejería de Salud que no presentaba riesgos para la salud de los consumidores, pero sí un fraude comercial. Tras señalar que el aceite es un producto de primera necesidad, el fiscal también le pide al acusado una multa de 2.880 euros además de la pena de cárcel.