La aplicación de la nueva Política Agraria Común (PAC) provocará en los próximos años un importante cambio en el mapa de cultivos de la cuenca del Guadalquivir, según recoge un estudio realizado por Pedro Parias, secretario general de la Federación de Regantes del Guadalquivir (Feragua), de manera que los cultivos con más futuro de la cuenca son los frutales, cítricos, hortalizas, olivar y viñedos, que tendrán una rentabilidad media-alta. <br /><br />Los de menor rendimiento serán el cereal de invierno, maíz, girasol y proteaginosas.<br /><br />Este trabajo refleja que la estabilidad presupuestaria se mantendrá hasta el 2012, aunque se producirá una progresiva merma de las subvenciones que recibe el agricultor. <br /><br />Por ello, prevé que la reducción de ingresos conduzca a la extensificación de explotaciones para intentar reducir los inputs (abonos, semillas o fertilizantes), la mano de obra y la demanda de agua. <br /><br />Otra de las consecuencias que recoge Parias es la intensificación de algunos cultivos orientados al mercado, que requerirán un aumento de mano de obra y de demanda hídrica, y que puede definirse como "la agricultura de regadío con futuro". <br /><br /><b>Pacto social para gestionar el agua</b><br />El director gerente de la Agencia Andaluza del Agua, Juan Corominas, considera que la actual superficie regada en Andalucía ha superado ampliamente todas las previsiones. <br /><br />Si en 1975 había 540.000 hectáreas en Andalucía, en la actualidad se riegan más de 900.000, con lo que se han rebasado ya las previsiones para el año 2018. <br /><br />Por ello, Corominas asegura que se debe poner un mayor orden para controlar la demanda existente y llegar a un gran pacto social para mejorar la gestión del agua.