Asaja Granada pone en claro ante la opinión pública que los oleicultores, y en general agricultores y ganaderos, no tienen ninguna responsabilidad en las deficiencias registradas en el nuevo Sistema de Identificación de Parcelas (SIGPAC) exigido por la Unión Europea y que las incidencias que presentan los expedientes de solicitud de las ayudas comunitarias lejos de implicar algún tipo de irregularidad les suponen, en cambio, multitud de problemas administrativos para su modificación así como severas penalizaciones económicas que ponen en peligro el mantenimiento de sus rentas. La lentitud con que la Administración Autonómica está resolviendo las alegaciones y la falta de previsión tanto de la Administración central como de la autonómica a la hora de poner este sistema en funcionamiento, han generado graves problemas al sector y deja a los productores en una situación de indefensión total.<br /><br />El SIGPAC es un registro público de identificación de parcelas de carácter administrativo para la gestión de las ayudas comunitarias relacionadas con la superficie, que entró en vigor el pasado 1 de enero. Sustituye al antiguo catastro, salvo en el caso del olivar que contaba con su propio sistema de identificación geográfica, denominado SIGOLEÍCOLA, que también desaparece.<br /><br />El nuevo sistema obliga a los agricultores a revisar la totalidad de sus parcelas para comprobar si coinciden con los datos registrados en el antiguo catastro, o tratándose de oleicultores, los registrados en el SIGOLEÍCOLA. En caso de no coincidencia los afectados realizan las oportunas alegaciones, que obedecen fundamentalmente a cambios en el uso de los recintos y sistemas de explotación de parcelas, pero también a imperfecciones del propio sistema o simples errores del agricultor en su declaración. La mayoría de los expedientes se les puede dar una solución de tipo administrativo y no requieren ningún tipo de inspección.<br /><br />Asaja Granada reclama a las Administraciones central y autonómica mayor diligencia en la resolución de las alegaciones al SIGPAC, a través de la simplificación de los procedimientos burocráticos y de la mayor dotación de recursos técnicos y humanos, con el fin de que se subsanen los errores que se plantean en el cruce de datos entre el antiguo y el nuevo sistema de identificación de parcelas, evitar paralización de expedientes e injustas penalizaciones por irresolución de casos. Desde esta organización agraria creemos que no hay derecho a que los propios afectados sufran las consecuencias de una gestión ineficaz de la Administración.<br />