A pesar de altibajos y problemas internos en Argentina, la industria del aceite de oliva atraviesa su mejor año desde la devaluación. Según los registros de exportaciones, en este año, las ventas externas serán un 25% más que en 2004, y se espera una facturación superior a la de 2002. <br /><br />El fenómeno obedece a una mayor producción, que triplica a la de la pasada temporada: 32.000 toneladas contra sólo 10.000 de la campaña anterior.<br /><br />Respecto a los despachos al exterior, desde 2002, el primer año de la crisis económica, el sector no tenía perspectivas tan optimistas. Esta año, sólo la provincia de Mendoza exportó por un valor de 1,12 millones de dólares. <br /><br />En el período enero-julio de este año las exportaciones estimadas superan los 2 millones de dólares, casi un 15% de la facturación nacional, y, de acuerdo a estimaciones del sector, se colocarán cerca de los 10 millones de dólares. Una cifra importante para la producción local que, si bien se distingue por su calidad, aún no logra posicionarse con grandes volúmenes, al igual que el país. <br /><br /><b>Razones del crecimiento</b><br /><br />La culpa de este beneficio, en parte, la tiene la situación climática en Europa: la ola de calor que azotó a Europa hizo que esta temporada tanto España e Italia, como Portugal (perdió más de 20 mil hectáreas a causa del fuego) cedieran terreno en el comercio mundial. <br /><br />La circunstancia favoreció el crecimiento de los despachos de aceite argentino. En este, Mendoza participa con un 40% de la producción nacional y un 30% de la facturación. Esta temporada la provincia experimentó un salto cuantitativo en superficie productiva. <br /><br />El saldo lógico fue una cosecha superior, y una elaboración de aceite que triplicó al registro de 2004. Según datos del Operativo Olivícola Provincial, que realiza el área Técnico-Industrial de la Dirección de Fiscalización y Control hasta agosto, este año la cosecha ronda las 150.000 toneladas, de las cuales unas 73.000 se destinan a consumo en fresco. <br /><br />El relevo indica que una razón de la bonanza olivícola está en las más de 750 hectáreas que este año entraron en producción, entre las zonas Sur y Noreste de la provincia (Maipú y Lavalle). <i>“Además de una buena cosecha, la tecnología introducida ha permitido una mayor extracción de aceite. A eso se suma el hecho de que también ingresaron aceitunas de otras provincias desde principios de año, con lo que los productores cubren la demanda estacional”</i>, explicó el titular de la Secretaría Técnico- Industrial y responsable del operativo, Santiago Rossi, para quien, con más disponibilidad de aceitunas y menos infraestructura ociosa, los resultados hubieran sido todavía superiores. <i>“Un 19% de la cosecha se vendió a otras provincias. Hay capacidad productiva, pero sólo se utiliza sólo el 80%”</i>, señaló.<br /><br />El <i>“verano”</i> para el aceite de oliva de Mendoza está supeditado especialmente el precio, que registró un incremento del 40% en los últimos meses. El litro pasó de 2,30 dólares de cotización en 2004, a los más de 3,20 dólares actuales.<br /><br />Para Mario Bustos Carra, directivo del Comité Olivícola y la Cámara de Comercio Exterior. <i>“ 2005 es el mejor año desde la crisis. Pero competimos con el aceite europeo subsidiado”</i>.<br /><br />Según Bustos Carra, hay buenas chances para posicionarse en Estados Unidos, Brasil (principal comprador), Chile, Perú, Colombia y algunos europeos.<br /><br />Del lado de los productores, Juan Carlos García Zuloaga, de la Cámara Olivícola, no duda en que <i>“es un récord tanto de aceituna de mesa como de aceite”</i>. Sin embargo, relativiza el boom actual, atribuyéndolo en parte al ingreso de aceituna de la zona norte del país promovido por la industria local. “Aquí se paga 1,20 dólares argentinos, mientras que la que viene de afuera no vale más de 0,70. Es más barata pero baja la calidad”</i>.<br />