El consumidor está acostumbrado a oír los beneficios que el aceite de oliva reporta a su salud y de lo aconsejable que es tomarlo. También sabe que existen diferentes tipos de zumos de aceitunas, pero lo cierto es que seis de cada diez consumidores reconocen que no saben cuales son las diferencias entre un virgen y un virgen extra, a pesar de que son clientes asiduos.<br /><br />Esta es una de las conclusiones a la que ha llegado el Ministerio de Agricultura y Pesca (MAPA) con el estudio que ha elaborado la Dirección General de Industria Agroalimentaria y Elaboración, denominado "Guía para la adecuación de la oferta a la demanda de los aceites de oliva virgen y virgen extra envasados".<br /><br />De este análisis se desprende que el 64 por ciento de los consumidores no conoce las diferencias entre el virgen y el virgen extra, frente al 36 por ciento restante que sí sabe alguna. Pese a ello, el 66 por ciento admite que consume aceite de oliva virgen frente al 30 por ciento que compra virgen extra, así como el 74 por ciento del canal Horeca (hostelería, restaurantes y cafeterías) dice consumirlo. En este caso, también 6 de cada 10 empresas declaran que no tienen ni idea de las diferencias entre ambos caldos.<br /><br />Los factores que definen el por qué de cada compra se basan en el sabor, la salud, la acidez y el precio. Estos son los principales puntos que hacen que el cliente se incline por un virgen o un virgen extra. Y aunque la mayoría de los compradores no conocen las diferencias, estarían dispuestos a pagar un 20 por ciento más en el caso del virgen extra por la calidad del producto. Según la guía, "es un factor de posicionamiento clave tanto para la demanda como para la oferta". Los distribuidores, en cambio, sólo estarían dispuestos a admitir una subida del 9 por ciento en el virgen extra. Es por ello por lo que se recomienda mantener las diferencias de precio, pero sin sobrepasar el 20 por ciento asumible por el comprador.<br /><br />También la edad es esencial a la hora de consumir. El estudio refleja que el grupo de edad mejor conocedor y consumidor de aceites de oliva virgen extra es el de 26 a 45 años (un 35 por ciento). En cambio, los grupos que afirman conocer menos el jugo son los de mayores de 65 años (en un 20 por ciento) y los de 18 a 25 años (26,5 por ciento).<br /><br />Hay otro factor que surge de forma espontánea y que hace que el consumidor compre distintos tipos de jugo. Se trata del uso culinario que se le dé. Así, los oliva virgen se usan en ensaladas y guisos en un 19 por ciento, mientras que los virgen extra se utilizan para ensaladas en un 30 por ciento y para desayunos en un 17 por ciento. El aceite de oliva se dedica a los fritos en un 24 por ciento.<br />De esta forma, la guía concluye afirmando que "hay que mejorar el conocimiento de las diferencias y características de ambos tipos de aceite entre los consumidores, con especial hincapié en el segmento de edad de 18 a 25 años y en todas las zonas geográficas".<br /><br />De igual forma, resulta de especial relevancia potenciar el uso diferenciado de los aceites vírgenes destacando sus cualidades culinarias en frío. En lo que respecta al canal Horeca, matiza que se deben llevar a cabo acciones promocionales específicas, ya que el conocimiento de sus características es susceptible de crecer.<br /><br />Por otro lado, surge un producto del que se podrían hacer futuros proyectos de comercialización. Se trata del aceite con ingredientes, cuyo conocimiento es de sólo un 10 por ciento y sobre el que sería interesante potenciar el desarrollo a medio plazo, al ser los jóvenes de entre 18 y 25 años los que tienen un conocimiento ligeramente mayor (un 17 por ciento) que denota una actitud más abierta y disponible a aceptar posibles cambios.<br /><br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a>