El peso de la marca blanca tanto en el sector de la aceituna de mesa como en el aceite de oliva está incrementando a grandes pasos en Andalucía. Y es que, según datos publicados por un medio cordobés, que cita como fuente a la Asociación Nacional de Exportadores de Aceituna de mesa (Asemesa), revelan que la marca blanca absorbía en 2005 un 59% del volumen de ventas en el mercado nacional, y un 45% en valor. Sin embargo, cinco años antes, los porcentajes eran, respectivamente, del 41,2 y 37,2%. <br /><br />Los mayores exportadores internacionales de aceituna de mesa son también andaluces (Agro Sevilla y Ángel Camacho). Pero la etiqueta del distribuidor acapara en el exterior nada más y nada menos que un 9%, reconocen desde Asemesa, y la tendencia es creciente. Por tanto, la marca española en el extranjero se limita al 10%.<br /><br />Respecto al aceite de oliva, la patronal española de industriales envasadores, Anierac, estima que en 2006 el sello del distribuidor absorbió el 55% del mercado interior del zumo de la aceituna. En 1999, este peso era del 28,3%, y llegó al 48% en 2005. Estos datos ponen de manifiesto que entre 2005 y 2006, la cuota se ha incrementado en siete puntos, y parte cabe atribuirla al fuerte encarecimiento registrado para el oro verde. <br /><br />Sin embargo, Anierac ha explicado que para el conjunto de los aceites vegetales, el distribuidor está presente en el 60% de las ventas, siendo el índice mayor en girasol (el 65%).<br /><br />Esta presencia de las marcas del distribuidor en la aceituna de mesa y el aceite de oliva duplica la cuota que tienen en la alimentación general española, del 2%, siendo el ritmo de crecimiento anual cercano al 20%. El auge de estas marcas viene determinado por el precio de venta, ya que los productos bajo sello de las cadenas de distribución son, normalmente, más asequibles al bolsillo.<br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a><br />