Una vez finalizado el proceso de modernización de las almazaras, ahora le toca el turno a la capacidad para comercializar el producto. Por ello, en la actualidad se está elaborando el borrador de una orden mediante la cual se tratará de fomentar la mejora de la manipulación del producto, la comercialización, la correcta utilización de los residuos que genera la industria del olivar, la reducción de emisiones y la instalación de las nuevas tecnologías, además del impulso del control de calidad y la adaptación de medidas medioambientales. Así lo ha indicado el delegado de Agricultura de la Junta de Andalucía, José Castro, quien ha manifestado que las ayudas públicas que se han repartido hasta el momento han ido a parar, mayoritariamente, a la ubicación de las almazaras fuera de los cascos urbanos y la adquisición de maquinaria moderna para molturar el fruto que les llega del tajo. <br /><br />En declaraciones recogidas por un medio local, Castro ha explicado que en virtud de dicha normativa, que saldrá a la luz a finales del mes de abril o primeros de mayo, “se hará una discriminación positiva del apoyo público a las empresas que concentren la oferta del producto. Se trata, por ende, de intentar que el olivicultor tome conciencia de que debe incorporar todos estos extremos”.<br /><br />“De esta forma, ya no serán susceptibles de recibir subvenciones todas las fábricas que lo soliciten, sino sólo aquellas que cumplan una serie de requisitos, como la cooperación entre ellas para la comercialización del aceite de oliva, así como la calidad o el respeto al medio ambiente”, apunta el delegado.<br /><br />Esta nueva orden pretende que las empresas cumplan con todas las normas que en teoría deberían llevar a cabo, por lo que la Administración premiará a “aquellos que lleven a cabo proyectos con una clara vocación comercializadora, que concentren la oferta y que se sirvan para ello de las nuevas tecnologías”. <br /><br />Y es que el dirigente provincial de agricultura recuerda cómo hace años el mayor problema era la modernización de las fábricas, además de la incertidumbre de conocer si Jaén sería capaz de poner en el mercado 600.000 toneladas de jugo. Ahora que se ve que es posible, el próximo reto es comercializarlo.<br /><br />En cuanto a la ayuda que recibirán las empresas, aunque aún se están ultimando los últimos detalles, sí se sabe que cada una contará con un porcentaje de apoyo distinto. Las almazaras obtendrán más puntuación por ejemplo, en función de los trabajadores que tenga empleados (tendrán cinco puntos más sobre la base). También aquellos molinos que se encuentren incluidos en el consejo regulador de alguna denominación de origen protegida percibirán más beneficios.<br /><br />Por su parte, el presidente de la Asociación Provincial de Almazaras de Jaén (APAJ), Manuel García, ha insistido en la necesidad de esta concentración para tener más fuerza en el ámbito de la comercialización. “Las almazaras deberán acostumbrarse a este nuevo mecanismo, a cooperar para vender el caldo”, comenta García.<br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a><br />