Un grupo de expertos del Instituto de la Grasa en Sevilla, dirigidos por Juan Fernández-Bolaños, ha iniciado un proyecto cuyo objetivo es encontrar soluciones a la producción del aceite de oliva y darle nuevas utilidades al alpeorujo.<br /><br />El equipo del Instituto de la Grasa apunta a diversos usos de dicho subproducto obtenido en el proceso de extracción del aceite de oliva debido a la gran cantidad de compuestos minoritarios que lo componen. Según Fernández-Bolaños, las propiedades beneficiosas del aceite de oliva se deben en gran parte a la presencia de estos compuestos, de los cuales sólo pasa al aceite un 10% durante la extracción. El resto permanece en el subproducto.<br /><br />Los investigadores han desarrollado un sistema de vapor que permite la solubilización de estos compuestos. Este procedimiento además de facilitar la separación de las fases líquida y sólida, solubiliza la mayor parte del sólido en el que se concentran, al no alterarse, el aceite y la celulosa, presentando un menor carácter tóxico.<br /><br />Los especialistas se plantean, entre sus objetivos, la obtención de derivados del hidroxitirosol (un potente antioxidante), la obtención de biodiésel y el estudio del sólido final como fertilizante. Para este último, se pretende incubar el sólido final, ya tratado al vapor, mediante una serie de microorganismos (hongos), durante periodos cortos de incubación (dos semanas), cuando normalmente se necesitan hasta 20 semanas para que reduzcan su fitotoxicidad para, posteriormente, testar su toxicidad mediante la aplicación de una pequeña cantidad del resultante a plantas de tomate.<br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a><br />