Desde mediados del mes de diciembre de 2009 se ha producido en Andalucía un fuerte temporal de lluvia y viento que ha tenido consecuencias positivas y negativas para el sector agrario. Este excepcionalmente lluvioso mes de diciembre, ha supuesto solución para los embalses y acuíferos situados en Andalucía, pero también ha ocasionado cuantiosos daños de forma generalizada, no solo en la infraestructura urbana y rural, sino también en muchos cultivos agrícolas y en la ganadería.<br /><br />Según los datos oficiales el mes de diciembre de 2009 ha sido el mes más lluvioso en los últimos 50 años. La media pluviométrica durante dicho mes de diciembre en la Comunidad Autónoma ha superado los 280 litros por metro cuadrado, lo que supone multiplicar por 3 la media histórica del mes de diciembre, que era de 85 litros por metro cuadrado. Es decir, en el mes de diciembre de 2009 en Andalucía se ha producido un aumento del 229% en las precipitaciones respecto a la media tradicional de dicho mes.<br /><br /><b>Parte negativa</b><br />UPA ha querido matizar que este temporal de lluvia en Andalucía ha supuesto importantes daños en cultivos e infraestructuras en el sector agrario.<br /><br />En primer lugar han indicado que se han producido desperfectos de forma generalizada como consecuencia de caídas de muros, cárcavas que se han abierto en zonas libres de vegetación propiciadas por la pendiente del terreno, bancales dañados por desplazamientos de tierra, vallados que se han visto arrastrados por el viento y el agua, daños en corrales, etc. <br /><br />En relación a los diferentes cultivos han destacado, en primer lugar, los daños ocasionados en el olivar, que han sido generalizados en toda Andalucía, produciéndose una caída importante de la aceituna, que en algunas comarcas olivareras ha alcanzado más de 1/3 de la aceituna, representando unas pérdidas medias superiores al 15 % de la producción andaluza, lo que se traduce en una reducción del aforo de cosecha cercano a las 150.000 toneladas de aceite de oliva, que se traduce en unos daños de 300 millones de euros. Además de los daños de pérdida de producción hay que sumar las pérdidas de miles de jornales en la recolección de la aceituna, como consecuencia de la no recolección de la aceituna caída por estar enterrada en el barro, y del retraso de la misma, reduciéndose de esta forma dicha campaña de recolección.<br /><br />En cuanto a los cereales, es importante mencionar que los daños causados son de dos tipos: daños de inundaciones por desbordamientos de arroyos y ríos, lo que significará la asfixia y muerte de las plantas, y pérdidas económicas como consecuencia del lavado y lixiviación de abonos, con el consiguiente aumento del coste de producción de las explotaciones.<br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a><br />