La Unión General de Trabajadores (UGT) en Andalucía defendió ayer la creación y el mantenimiento de empleo como requisito para obtener las posibles ayudas o incentivos que la Junta de Andalucía ponga en marcha en el marco de la futura Ley del Olivar. <br /><br />El secretario general de UGT-A, Manuel Pastrana, analizó la marcha de la norma y aseguró que las subvenciones, en este caso a los productores, “deben estar ligadas al empleo”. <br />A su juicio, “no es normal” que el dinero de todos los andaluces, el que pone el Gobierno andaluz a disposición de las empresas, “no tenga ningún requisito relacionado con el empleo y no vaya unido al beneficio social de esas ayudas”. Por ello, que apostó por la acreditación ante la Junta de los puestos de trabajo que se generan. <br /><br />De esta forma, Pastrana insistió en que la Ley del Olivar no puede ser una norma “de carácter genérico, como son ahora las ayudas de la UE, para el conjunto del territorio y del olivar más allá de la rentabilidad de la producción”, por lo que ante el cambio que se prevé en 2013 en los fondos europeos abogó por que los que emanen de la nueva ley no existan “sólo en término de mantenimiento del olivar, por su valor social y ecológico, sino también por el empleo”. <br /><br />En este punto, el secretario general de la Federación Agroalimentaria (FTA) de UGT Andalucía, Pedro Marcos, apuntó el hecho de que la PAC y sus sucesivas reformas han primado a quien más produce, que mayoritariamente es “quien más puede invertir” y quien “va dando menos empleo”. Según detalló, junto a los productores hay unos 500.000 agricultores en la comunidad que completan su labor en pequeñas explotaciones con el trabajo por cuenta ajena y que “se verían seriamente afectados si el olivar quedase por debajo de los niveles de rentabilidad”.<br /><br />“En los municipios con olivar hay menos desempleo en el campo. Eso quiere decir que es el cultivo social por excelencia y además, genera uno de los mayores número de jornales que cualquier otro cultivo. Por eso, en los contratos territoriales que se enmarquen en la Ley debe de ser condición indispensable a la hora de fijar las ayudas, su reparto y tratamiento, el mantenimiento del empleo”, apuntó.<br /><br />Marcos puso de manifiesto que la mecanización del campo ha provocado que el número de jornales medios pase de los 152 en el 2000 a los 60 del año pasado, de modo que incide en una mayor destrucción de empleo, con “la disminución a casi la mitad los casi 18.000 trabajadores fijos que había en Andalucía hasta hace apenas dos años”.<br /><br />Al respecto, Pastrana indicó que la reducción de empleo en el sector agrícola es una tendencia constante desde hace décadas que también se da en el entorno europeo y que sin embargo, se ve compensada por la creación de otras actividades en el medio rural. Por ello, hizo hincapié en que cualquier estrategia relacionada con el campo debe tener como objetivo el avance del sector, para lo que es básico introducir la innovación tecnológica, al tiempo que necesita otros planes que amplíen actividades y ayuden a mantener la a “única región europea donde el 50 por ciento de la población vive en el medio rural”. <br /><br /><b>Los agricultores temen no formar parte del Plan Director</b><br />El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, denunció a EFE este temor y añadió que quien ha explicado que la ley del olivar que elabora la Consejería de Agricultura es “una ley genérica que deja todo a un plan directo”", de forma que la norma “anuncia problemas pero no aborda ninguno”. <br /><br />Para solucionar estas situaciones, la Ley del Olivar prevé la elaboración de un plan director que estará dirigido por un consejo, del que sospechan que no formarán parte los agricultores, una ausencia criticada por Fernández de Mesa, quien ha añadido que otra de las carencias de la norma es que está “muy vinculada al aceite, pero olvida la aceituna de verdeo y manzanilla”.<br /><br />A favor de la ley, Fernández de Mesa ha reconocido el trabajo elaborado por la Consejería de Agricultura para promoverla y su apuesta por mantener el patrimonio olivarero en Andalucía, un sector del que viven 300 municipios andaluces y 250.000 agricultores, al tiempo que genera 20 millones de jornales al año, con una superficie productiva de 1,5 millones de hectáreas. <br /><br />Sin embargo, ha reconocido que, a pesar de estas dimensiones, uno de los principales problemas del olivar es la “minidivisón” de las superficies, puesto que el 85 por ciento de las explotaciones son de menos de cinco hectáreas, lo que hace “irrentable” el cultivo del olivar en porciones de tierra tan pequeñas. <br /><br />La búsqueda de fórmulas de concentración “forzosa pero razonable”, con apoyos legales sería, en opinión de Fernández de Mesa, una solución posible para estas divisiones, pues ha asegurado que “la concentración es necesaria”, del mismo modo que también ha apostado por la mecanización del olivar. <br /><br />En la aceituna destinada a la producción de aceite, esta mecanización podría aumentar en un 30 ó 40 por ciento la rentabilidad, mientras que el aumento alcanzaría el 70 por ciento en la aceituna para verdeo. <br /><br />A pesar de estos datos, Fernández de Mesa ha reconocido que existe un 20 ó 25 por ciento de la superficie de olivar que es “difícilmente mecanizable”, por encontrarse en zonas de sierra o montañas.<br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a><br />