La Fundación Foro Agrario, dentro de su Observatorio de Seguridad Alimentaria y Análisis de la Cadena de Valor, ha celebrado en Madrid un Taller de Debate dedicado a analizar los principales problemas y las posibles soluciones que se presentan en “La Cadena de Valor del Aceite de Oliva Español”. Han participado expertos pertenecientes a los sectores de la Producción, Transformación, y Comercialización, así como otros procedentes de la Administración Pública, la Universidad, Centros de Investigación y Organizaciones de Consumidores.<br /><br />La ponencia estuvo a cargo de Carlos Sánchez Laín (director de la Agencia para el Aceite de Oliva), y presentaron Comunicaciones, Rafael Sánchez de la Puerta (Director General de Faeca), Primitivo Fernández (Director de Anierac) y<br />Aurelio del Pino (Director General de ACES).<br /><br />Así, se vivió un animado debate entre los participantes, que expusieron sus puntos de vista sobre problemas concretos y posibles soluciones. Los expertos reunidos aprobaron las siguientes. Reproducimos las conclusiones provisionales que se han obtenido:<br /><br />1. La cadena de valor de aceite de oliva se configura como un instrumento eficaz en el análisis global del sector, desde el productor al consumidor.<br /><br />2. El estudio de la cadena de valor elaborado por la Agencia para el Aceite de Oliva (AAO), confirma los márgenes y beneficios mínimos con que se mueve el sector que presenta, incluso pérdidas para los agricultores. Muestra que los costes totales<br />de la cadena supusieron en 2007/2008, el 91% del Precio de Venta al Público, en el Aceite Oliva Virgen Extra (AOVE), y el 93% en el Aceite de Oliva (AO). Ambas<br />cadenas de valor estaban muy comprimidas y, si a los costes anteriores se les añade<br />el IVA, el beneficio para retribuir a todos sus agentes fue solo del 2,5% sobre el PVP del AOVE y descendió al 0,5% del PVP, para el AO. Todo ello es un tema preocupante para la viabilidad del sector.<br /><br />3. En el capítulo de precios, el estudio de la AAO muestra que el precio pagado por el consumidor final fue de 1,56 veces el percibido por el agricultor en el caso del AOVE y de 1,43 veces en el del AO, cifras muy inferiores a otros productos o sectores. De hecho, el coste de la producción agrícola supuso el 68% del PVP (sin IVA) para el AOVE y el 75% para el AO. Y, de ellos, el coste de la mano de obra alcanzó el 27% del total.<br /><br />4. En el contexto de la crisis actual, la distribución aplicó una fuerte reducción de precios que repercutió sobre todos los eslabones previos de la cadena, lo que en la práctica tuvo diferentes implicaciones. Entre otras, una escasa valoración de la calidad, como muestra la fuerte concentración de los precios: el PVP del AOVE solo un 10% superior al del AO y frecuentemente un amplio solapamiento entre los PVP de ambas categorías.<br /><br />5. La distribución comercial es sólo el último eslabón de la cadena, por lo que su capacidad para influir a corto y medio plazo sobre los problemas estructurales de los eslabones anteriores y sobre la política agraria, especialmente en sectores como el del aceite de oliva, es muy limitada. Las cadenas comerciales deben apostar por un sector productivo cada vez más estructurado y orientado a las necesidades del mercado.<br /><br />6. El modelo seguido hasta ahora de que todo aumento de oferta es absorbido por la demanda, puede quedar obsoleto. Hay nuevos países productores y consumidores y la situación puede volverse más compleja. La importancia creciente de países emergentes en el contexto internacional (EEUU, Australia, China, India, Japón) obligará a replantear las estrategias productivas y comerciales de los países tradicionales ubicados en la cuenca mediterránea.<br /><br />7. La importancia del mercado interno español en el conjunto global del consumo mundial y el hecho de que sus cotizaciones sirvan de referencia para las transacciones internacionales, ha generado una situación de precios a la baja en el mercado mundial. Como contrapartida, han aumentando las exportaciones.<br /><br />8. El mercado del aceite de oliva dentro de España es un mercado maduro y, consecuentemente, hay que pensar un cambio de las estrategias seguidas hasta ahora.<br /><br />9. La vertebración de los agentes de la cadena de valor del aceite, viene siendo muy débil y con frecuencia conflictiva. Es recomendable impulsar asociaciones interprofesionales que mejoren la eficacia operativa y equilibrar el poder negociador.<br /><br />10. A pesar de ser un producto milenario en la producción y el consumo, no existe, salvo excepciones, la cultura del aceite de oliva, como ocurre en otros sectores como el vino. Por ello es necesario impulsar la formación e información de los consumidores finales, con nomenclaturas claras haciendo hincapié en la calidad, las denominaciones de origen y los atributos beneficiosos de la dieta mediterránea.<br /><br />11. En situaciones de crisis el precio influye cada vez más en las decisiones de compra. No obstante, cada empresa trata de hacer valer los atributos comerciales en los que puede ser más competitiva. Las campañas de promoción y el debate mediático se centran esencialmente en los precios, despreciando el valor del propio producto. Se debe intensificar las campañas que destaquen el valor cualitativo del aceite de oliva español, verdadero “oro verde”.<br /><br />12. Considerando la evolución de la PAC con una mayor orientación al mercado y un proceso de liberalización progresiva del comercio exterior, debe estimularse los acuerdos auto regulatorios dentro de la cadena de valor, evitando en todo caso posiciones de abuso con menoscabo del bienestar social. De otro lado, la competencia destructiva puede afectar a la pervivencia de algunos eslabones básicos, como la producción.<br /><br />13. La mejora de la transparencia en la operatividad de la cadena de valor del aceite de oliva debe acompañarse de la persecución de prácticas desleales que vulneren la competencia y supongan un riesgo en la seguridad sanitaria del producto o una alteración de la calidad.<br /><br />14. Debe realizarse un esfuerzo de coordinación de todas las políticas económicas (economías de escala y poder negociador) y comerciales (defensa de la competencia), tanto a nivel de la UE como nacional o regional. Con ello se evitarían situaciones discriminatorias y pérdida de confianza entre los agentes de la cadena. Las regulaciones en el sector agrario deben de tener en consideración, como ocurre en otros países desarrollados, la peculiaridad del sector y el escaso nivel de asociacionismo existente.<br /><br />15. España, líder mundial en el sector de aceite de oliva, marca los precios internacionales y sin embargo no ejerce el liderazgo adecuadamente. Necesita complementar los esfuerzos en producción con un mayor enfoque hacia el exterior, mayor presencia de grandes empresas exportadoras, políticas de marcas y promoción, y visión a largo plazo de los flujos del mercado internacional.<br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a>