La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Consumo y con la colaboración de la Dirección General de Industrias y Calidad Agroalimentaria de la Consejería de Agricultura, ha llevado a cabo entre mayo y junio una campaña de inspección del aceite de oliva de los establecimientos de venta al público con el objetivo de controlar la posible existencia de alteraciones, adulteraciones o fraudes. Las inspecciones se han ceñido a la provincia jiennense y a Córdoba porque son las mayores productoras de aceite en Andalucía. Según denuncia hoy el periódico <i>El País</i>, la Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud andaluza habría detectado un presunto fraude en la mitad de las inspecciones realizadas en pequeñas y grandes superficies de Jaén que es, de hecho, la principal productora de zumo de aceitunas del país. <br /><br />Aunque la Consejería de Salud andaluza ha asegurado a <i>Mercacei</i> que la campaña aún no está cerrada y no ha querido confirmar ni desmentir los datos que refleja el citado artículo, sí ha anunciado que los resultados oficiales se harán públicos en los próximos días. <br /><br />En cualquier caso, las cifras que expone el citado periódico reflejan que de las 25 muestras analizadas en Jaén, los laboratorios de la Consejería de Agricultura andaluza habrían encontrado irregularidades en el etiquetado de 14. En concreto, en 10 casos el aceite de oliva virgen extra que se distribuía era virgen y en otros cuatro se trataba de un aceite de peor calidad. La información, según añade el artículo, ha sido relevada por fuentes de la Administración andaluza.<br /><br /><b>Los controles</b><br />Los cien controles que ha realizado la Administraciones incluyen comprobaciones de etiquetado y tomas de muestra analizadas en los laboratorios de la Consejería de Agricultura. Los inspectores han comprobado si se cumple la prohibición de comercializar productos a granel así como verificado que la capacidad de los envases almacenados y puestos a la venta se adapta a la normativa y que los precintos quedan inutilizados al abrir los envases. Mediante esta campaña también se controlará la trazabilidad del producto en venta, que es la trayectoria que ha seguido en la cadena de suministros.<br /><br />El laboratorio de la Consejería de Agricultura es el responsable de estudiar las características químicas de los aceites como la acidez o el perfil de ácidos grasos. Además, se ha cotejado si el contenido de los envases se corresponde con el del producto anunciado en la etiqueta.<br /><br />Los inspectores de Consumo han hecho controles en comercios detallistas de alimentación, en medianas y grandes superficies, y en tiendas especializadas en la venta de aceites. Así, han hecho especial hincapié en marcas en las que se haya confirmado adulteración del producto en campañas de inspección anteriores, así como en marcas con poca implantación en el mercado y que se vendan a un bajo precio.<br /><br /><b>Balances anteriores</b><br />Como ya anunció la Administración, la Dirección General de Consumo no realizó durante 2008 y 2009 campañas de inspección específicas del aceite de oliva, aunque sí se llevaron a cabo controles de este producto dentro de sus campañas genéricas de alimentos. Entonces sólo el 5% de estas 80 inspecciones dio como resultado algún tipo de irregularidad en materia de Consumo, por fraude en la clasificación de los aceites y por deficiencias en el etiquetado.<br /><br />Los incumplimientos de la normativa referidos a irregularidades de etiquetado pueden castigarse con multas de entre 200 y 5.000 euros por ser constitutivos de infracciones leves. En caso de que se detecte que la categoría del aceite no coincide con la publicitada, la sanción podría oscilar entre los 5.001 y 30.000 euros por tratarse de una actuación fraudulenta considerada como grave.<br /><br /><b>Etiquetado y tapón irrellenable</b><br />Para acabar con este tipo de problemas, la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura, y Pesca del Congreso de los Diputados acaba de aprobar, por unanimidad, una iniciativa en la que se insta al Gobierno a impulsar en la Unión Europea la aprobación de una normativa que obligue al aceite que se venda en bares y restaurantes que se sirva un en botella con tapón irrellenable y con un etiquetado específico, para que los consumidores puedan identificar la calidad del contenido. Una iniciativa que siempre ha apoyado e impulsado <i>Mercacei</i>.<br /><br /><i>Para más información, pueden suscribirse a nuestro Newsletter Semanal impreso "Mercacei" y/o al Club Mercacei en el <a href="seccion/151/alta/">Club Mercacei.</a></i>