La subida del coste de la electricidad “pone en jaque a todos los cultivos de regadío modernos”, según denuncian colectivos como Asaja o recogen medios como ABC que además, pone como ejemplo al olivar de riego “en el que, con las nuevas tarifas, los costes energéticos se aproximan ya peligrosamente a los de la recolección, que tradicionalmente ha sido la labor más costosa en este cultivo”. Es más, el citado periódico rescata un estudio de la Asociación Española de Municipios del Olivar (AEMO) en el que se señalaba, -antes de este nuevo incremento del coste de la electricidad- “que el riego se había convertido ya en el principal gasto de este cultivo tras la recolección de la aceituna y suponía cerca del 20 por ciento del coste total de producción en un olivar tradicional mecanizado”. <br /><br />Por su parte, el colectivo agrario Asaja apunta que una “nueva subida pone al borde del colapso al regadío andaluz, que con casi un millón de hectáreas no sólo tiene la mayor superficie de riego de España, sino que además, es el más moderno y dinámico de todo el país, puesto que más del 45% de toda la superficie emplea sistemas de riego localizado (riego por goteo) que consumen menos agua pero demandan más energía”. <br /> <br />Además, Asaja apunta que “con la desaparición de las tarifas especiales de riego en 2008 la factura eléctrica para los regantes se ha incrementado en un 110%, un coste inasumible para un sector en pérdidas que llevó a que desde Asaja se promovieran denuncias y movilizaciones que posibilitaron la apertura de mesas de negociación en todos los frentes para evitar el colapso definitivo de un sector clave en la economía andaluza y española”. <br /><br />Así, el colectivo exige a través de una nota que se reconozca el carácter estacional del regadío, “que necesita una elevada potencia para bombear agua durante los meses más secos, pero que cuando termina su campaña de riego no vuelve a utilizar esa potencia que tiene contratada y que ahora está pagando a un coste muy alto durante todo el año, incluyendo los cuatro, cinco, seis, siete u ocho meses en que no la usa”. Asimismo, Asaja apunta “otra peculiaridad del sector agrario”, en esta caso relacionada con el acceso a la energía, “dado que en mitad del campo es imposible hablar de liberalización, puesto que el agricultor no puede elegir libremente la compañía que desea que le suministre, en muchas zonas trabaja una sola compañía, por lo que se produce una situación de monopolio de hecho”, describe. Así, la organización apunta que acudirá a la Comisión Nacional de la Competencia para instarle a que “elimine las trabas al libre mercado y en el caso de que no sea posible, exigiremos al Gobierno a que, atendiendo a las peculiaridades del sector agrario, apruebe un Real Decreto que contemple excepciones para el sector agrario, tal y como le permite la normativa europea”. <br /> <br /><i>Para más información, pueden suscribirse a nuestro Newsletter Semanal impreso "Mercacei" y/o al Club Mercacei en el <a href="seccion/151/alta/">Club Mercacei.</a></i>