En Argentina, el olivo es uno de los cultivos que se verán afectados por la reciente resolución 3.252 de la AFIP (la administración federal argentina), que se pondrá en vigencia el 1 de febrero y que indica que “por cada importación a realizar debe hacerse una Declaración Jurada Anticipada de Importaciones (DJAI)”, tal y como ha resumido el periódico nacional <i>Los Andes</i>. Según explica el rotativo los productores deberán esperar la aprobación de la importación, en una iniciativa explicada por parte del Gobierno Nacional como una acción para proteger la industria nacional.<br /><br />El principal problema radicaría en la falta de insumos para las diferentes industrias. Según el extenso artículo citado, representantes de distintos sectores han asegurado que “aún no hay faltantes de material, pero se producirán en la medida en que para su fabricación o producción se necesiten componentes importados".<br /><br />Además, el texto explica que la agroindustria de Mendoza se verá perjudicada dado que demanda maquinaria y equipos que, por su complejidad, todavía no se fabrican en Argentina, y la aplicación de las normas pueden retrasar los planes de inversión.<br /><br />En concreto, para la olivicultura, el caso sería más preocupante, tal y como remarcó el gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, Mario Bustos Carra. “El precio internacional del aceite de oliva ha bajado 30% en los últimos dos años, mientras que los costes de producción para los mendocinos se incrementaron 38%”, explicó en declaraciones recogidas por <i>Los Andes</i>. Así, se calcula que en la olivicultura faltará “todo tipo de maquinaria utilizada para extracción por presión, extracción por centrifugación y separadores”. Y es que, como resume el citado artículo, casi la totalidad de la maquinaria requerida para la elaboración de aceite de oliva es de origen español o italiano. Por ello, también, habrá faltante de repuestos.<br /><br /><b>Riesgos</b><br />Entre los problemas y ventajas que la nueva medida presenta, planea la realidad, expresada por el economista José Vargas, director de la consultora Evaluecon, de que Argentina no puede asumir el riesgo de que se dejen de importar por productos nacionales. “En caso de producirlos, estos casi siempre implican un costo mayor para los productores, y por tanto todo se traslada un aumento del precio y al consumidor final”, afirma. <br /><br />Por su parte, el economista Fernando Trollano destaca al diario que hay insumos imprescindibles para la elaboración que sufrirán un incremento de los tiempos y burocracia para ser obtenidos. “Esto puede afectar los compromisos asumidos por el sector exportador”, afirma.<br /><br />Otro resultado de esta política sería la represalia que están tomando ya los terceros países afectados por ello. Incluso dentro del marco del Mercosur, la respuesta de los socios comerciales más cercanos de Argentina ha sido “imponer barreras a sus productos”.<br /><br /><i>Para más información, pueden suscribirse a nuestro Newsletter Semanal impreso "Mercacei" y/o al Club Mercacei en el <a href="seccion/151/alta/">Club Mercacei.</a></i>