Investigadores suizos trabajan en una "etiqueta invisible” con ADN sintético para identificar el aceite de oliva

Si se sospecha de una posible falsificación, estas partículas de agregado se extraen del aceite en el lugar de origen, lo que permite una identificación definitiva del productor. "El método es equivalente a una etiqueta que no se puede borrar", ha destacado Robert Grass, profesor del Departamento de Química y Ciencias Biológicas Aplicadas de la ETH Zurich.

Para desarrollar esta "etiqueta invisible" pero también "segura, barata y fácil de utilizar", los investigadores han unido la nanotecnología y la genética. "Con el ADN, hay millones de opciones que se pueden utilizar igual que los códigos", ha afirmado Grass.

No obstante, según la información publicada por este Instituto, el ADN cuenta también con algunas desventajas, ya que si el material se utiliza como soporte de información fuera de un organismo vivo no puede repararse a sí mismo y es susceptible a las fluctuaciones de temperatura y productos químicos.

En este sentido, los investigadores utilizaron un recubrimiento de sílice para proteger el ADN, creando una especie de fósil sintético. Esta cápsula actúa como barrera física, protegiendo el ADN contra los ataques químicos y aislándolo del ambiente externo, según detallan los investigadores en su artículo, que ha sido publicado en la revista ACS Nano .

Para garantizar que las partículas puedan ser extraídas del aceite de forma "rápida y sencilla", los investigadores magnetizaron la etiqueta uniendo las nanopartículas de óxido de hierro para que se pueda extraer del aceite con un imán. De esta manera, el ADN se recupera con una solución de fluoruro y se analiza por PCR.

Este método también ha permitido detectar si el aceite ha sido adulterado, ya que si la concentración de nanopartículas no coincide con el valor original ello es debido a la adición de otro tipo de aceite.