Arranca la campaña de la Aceituna Aloreña de Málaga

Según Mateo Bellido, presidente del Consejo Regulador de la Denominación, "la falta de fruto podrá traducirse en un aumento del precio, aunque todavía queda mucha campaña y unas lluvias inesperadas pueden mejorarla".

En la presentación, además de Bellido, estuvieron presentes Víctor Castillo, presidente del Grupo de Desarrollo Rural (GDR) Valle del Guadalhorce; José Luis Ruiz Espejo, delegado provincial del Gobierno de la Junta de Andalucía; Antonio Pérez Rueda, alcalde de Alozaina; y representantes de las empresas miembros del Consejo Regulador.

Desde el Consejo Regulador de la Aloreña de Málaga subrayaron que la campaña 2014 "se caracterizará por la menor cosecha de la aceituna debido a las escasas lluvias durante el presente año, lo que ocasionará el incremento de su precio" y precisó que si se producen precipitaciones durante la campaña, "se originaría un aumento del calibre de las aceitunas".

La temporada de verdeo repercutirá en la provincia de Málaga con la generación de un volumen de negocio valorado en 10 millones de euros, lo que supondrá el sustento de más de 4.000 familias relacionadas directamente con el sector. Según la entidad, durante esta campaña se prevé la recogida de 15 millones de kilos de aceituna, de los que en torno a dos millones se destinarán al aderezo.

La Aceituna Aloreña de Málaga con DOP se consume en un 50% en la provincia de Málaga, mientras que el resto se reparte entre el norte de España y países tales como Alemania, Estados Unidos o Japón.

Según el Consejo Regulador, la recolección de las aceitunas, conocida como verdeo, sigue siendo totalmente manual. Así, las cuadrillas recogen las aceitunas a mano y la depositan en los canastos recubiertos de tela de saco, en cubetas o en los “macacos” (cestos que se colocan sobre el pecho de los jornaleros), para evitar que los golpes dañen o estropeen las aceitunas, especialmente delicadas. A su juicio, los precios de recolección de este tipo de aceitunas duplican e incluso triplican los de otras variedades ya que es imposible mecanizar el proceso debido a los suelos tan accidentados donde se cultivan los olivares manzanillos aloreños y a la delicadeza del fruto, que obliga a recolectarlo a mano, en lo que se conoce como técnica del ordeño.

Una vez que la aceituna es recogida, bien por familiares (fincas pequeñas) o por jornaleros (fincas más grandes), se transporta a la planta de aderezo en cajas para evitar que se deterioren. Una vez allí, las aceitunas pasan a una clasificadora que las separas en aceitunas extra, primera, segunda y perdigón. Las tres primeras clases son las usadas para el aderezo, mientras que las de perdigón son usadas para la extracción de aceite.