Deoleo registra pérdidas de 74 millones de euros

La compañía, que mantuvo sus cuotas de mercado en sus principales mercados de referencia –15% en España, 23% en Italia y 19% en EEUU–, ha asegurado que su resultado neto quedó lastrado por gastos no recurrentes como consecuencia de la reestructuración de la deuda, por la que “se registraron gastos financieros en el mes de junio por valor de 23 millones de euros”, así como porque “al cierre del ejercicio se aprobó la nueva ley del impuesto de sociedades que establece el tipo impositivo del 28% para 2015 y del 25% para los años siguientes”.

“Por este motivo se deterioraron los créditos fiscales registrados y se adecuaron los impuestos diferidos con un efecto neto de 40 millones de euros en el gasto por impuesto. Además, se contabilizaron gastos por deterioro de marcas no relevantes (6 millones €). Así, el registro contable de todo lo anterior, que no afecta al saldo de caja, dio lugar al resultado negativo”, ha explicado el grupo.

Ligero crecimiento del volumen de ventas

En cuanto a las ventas, éstas aumentaron un 2% en volumen, aunque se produjo una caída en la facturación hasta los 773,2 millones de euros “por los bajos precios del aceite de oliva en el primer semestre del año”.

En España, el grupo mantuvo su cuota e mercado, “ayudado por la tendencia a la baja de las marcas de la distribución, que en España retrocedieron un 0,8%. La marca blanca también cayó en Italia (-2,4%) y en Estados Unidos (-1,5%).

Además, la compañía incrementó su cuota de mercado en regiones como Oriente Medio y Extremo Oriente.

"Se consolida la rentabilidad"

El Ebitda (Beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización), por su parte, creció un 1,6% respecto al ejercicio anterior y alcanzó los 81,4 millones de euros en 2014.

La compañía considera que estos resultados “ponen de manifiesto que se consolida la rentabilidad, a pesar de las dificultades generadas por la fuerte subida del precio del aceite de oliva en origen en el último semestre del año. A esta situación se añade una práctica muy perjudicial para toda la cadena de valor, la venta a pérdida. Todo ello daña notablemente los márgenes y compromete seriamente el futuro del sector”.