Preocupación por la seguridad en el campo en la próxima campaña de aceituna

Ante esta preocupación, el subdelegado ha expresado su apoyo al sector. Asimismo, tal y como recoge la organización agraria en su web, conviene recordar que será la primera campaña con el nuevo Código Penal, que entró en vigor hace poco más de dos meses y que introduce “importantes mejoras para garantizar la seguridad en el sector agrario”. En concreto, recoge una serie de delitos agravados -hurto, robo y receptación-, referidos específicamente a los productos agrarios y a los instrumentos o medios que se utilizan en su obtención, con los que se espera una mejora notable de la protección jurídico-penal de las explotaciones agrarias.

Tras la reunión, Asaja-Córdoba ha reiterado la importancia de que los hurtos o daños sean inmediatamente denunciados para que se puedan adoptar las medidas y dispositivos policiales pertinentes. Desde la organización agraria cordobesa se cursan directamente denuncias de sus socios, además, ésta tiene implantado un sistema de códigos individualizados que permite marcar o troquelar maquinaria, fardos y aperos y que se remiten a la Guardia Civil para identificar a los propietarios de los objetos que requisan.

La Unión de Extremadura exige que el rebusco no sea un derecho

Por otro lado, la Unión de Extremadura ha emitido un comunicado en que expone los motivos por los que considera que el rebusco de la uva y la aceituna no ha de ser un derecho, en respuesta a las iniciativas de la Delegación del Gobierno de Extremadura y de la Administración Autonómica de declararlo como tal en la comarca de Tierra de Barros.

En concreto, la organización argumenta que “no conoce ningún otro sector en el que, una vez realizado el trabajo, se permita a terceros que rebusquen para aprovechar los restos”. Asimismo, asegura que, al amparo del rebusco , “se incrementan los robos y los daños en las explotaciones”.

Además, y ante a la previsión de precios para la aceituna en la próxima campaña, la Unión de Extremadura asegura que la legalización del rebusco podría provocar problemas en cuanto a la seguridad en el olivar extremeño.

Por último, la organización considera que “el rebusco no puede ser nunca un derecho, ya que ha de ser una práctica permitida por los propietarios de las explotaciones”.