La CNMC publica el informe sobre el Código de Buenas prácticas de la cadena alimentaria

En un comunicado, este organismo regulador ha recordado que La Ley de la cadena alimentaria regula el Código de buenas prácticas en lo relativo a las partes que participan en su elaboración; principios y regulación de prácticas mercantiles; adhesión al Código; posible recurso a la mediación; previsión de una Comisión de Seguimiento; y, finalmente, respeto en todo caso de la normativa de defensa de la competencia.

A la hora de analizar las relaciones que se producen entre las distintas partes que intervienen en la cadena alimentaria (productores agrícolas, industria transformadora y distribución comercial) las prácticas de contratación y las denominadas prácticas comerciales desleales o abusivas constituyen un capítulo dentro de las disfunciones que pueden incidir negativamente en este sector.

En este sentido, la CNMC ha explicado que estas prácticas se suelen producir por la mayor capacidad negociadora de una de las partes, que pueden verse agravadas si la otra parte se encuentra en una situación de dependencia económica que le puede llevar a no denunciar la situación por el temor a represalias y/o ruptura de la relación comercial.

En cuanto a los códigos, el organismo ha considerado que debe tratarse de instrumentos de autorregulación y que deben cumplir los siguientes reguisitos: no deben incluir cláusulas restrictivas de la competencia; su adhesión debe ser libre y voluntaria, evitando la discriminación y la creación de restricciones a la entrada o salida del mercado; y deben existir mecanismos de revisión efectivos y obligatorios de resolución de conflictos, incluyendo un órgano independiente, con capacidad técnica suficiente.

En el caso del código de la cadena alimentaria, la CNMC ha señalado que, en líneas generales, se ajusta a estos requisitos aunque señala ciertos elementos mejorables para una regulación económica eficiente y la promoción de la competencia.

Al respecto, cree que debe garantizarse la libertad de adhesión de los operadores, asegurar que los mecanismos de colaboración entre operadores no introducen restricciones a la competencia y recomienda que el sistema de mediación garantice la independencia de los mediadores y no sólo que son externos.

Respecto al sistema de arbitraje contemplado, este organismo ha abogado por que la institución arbitral pudiera contar con una cierta especialización técnica, al estilo de otros países de nuestro entorno.

En cuanto a las prácticas comerciales cuestionables, el código contiene referencias a prácticas de intercambio de información, venta a pérdida, recomendaciones colectivas y referencias de proximidad que, en su opinión, podrían tener una incidencia negativa en la competencia y en la eficiencia.

La CNMC ha indicado que se debe evitar prioritariamente el riesgo de reducción de la tensión competitiva entre operadores, la posible fijación directa o indirecta de precios, o la alteración de la libre voluntariedad del código con objeto de favorecer la competencia en este mercado y, en consecuencia, a los consumidores y el interés general.