En la presentación de los datos de 2015 de este sello de calidad, que tuvo lugar el pasado 23 de marzo, el conseller de Agricutura, Vicenç Vidal, destacó el valor añadido que aportan los datos de comercialización y de precio de este producto, un hecho que, en su opinión, "distingue este alimento y hace que cada vez haya más olivares que estén en producción, más hectáreas cuidadas y que de ellas salga un producto de calidad".Se trata, según Vidal, "de dignificar el trabajo de los agricultores que hay detrás de estos paisajes y que viven de este trabajo".Por su parte, el presidente de la DOP Oliva de Mallorca, Miquel Gual, indicó que desde la constitución del Consejo Regulador no han dejado de aumentar el número de explotaciones, olivos y superficie adscritas.A su juicio, el papel de las marcas que forman parte de la Denominación traspasa el ámbito comercial para alcanzar un papel importante en la conservación del paisaje de la Sierra de Tramuntana, dado que uno de los requisitos de la DOP es que los árboles sean de la variedad mallorquina y de más de 70 años.Otro de los objetivos de esta entidad, según Gual, es que los agricultores sean recompensados por "la ardua tarea que significa trabajar un olivar de montaña, con gran parte del trabajo manual, con un mejor precio para la aceituna". Así, el precio ha subido un 20%, al pasar de 1,80 euros a 2,30 euros.