Fallece Juan de Dios Cuberos Gallego, fundador y presidente de Agroisa

Un cuarto de siglo creyendo que las cosas pueden hacerse de otra manera. “Si Agroisa ha podido consolidar su posición en el mercado nacional e internacional y desarrollar la innovación como línea estratégica de crecimiento es porque algo debemos estar haciendo bien…”, afirmaba el bueno de Juan de Dios. Porque en Agroisa siempre han defendido que la mejor manera de abordar la situación actual de la olivicultura es mediante la investigación y la innovación, materias en las que son pioneros, creando algunos de los productos más revolucionarios del sector de fabricantes de maquinaria para patios de almazaras. Todo ello sin olvidar el compromiso constante con la sociedad y la apuesta innegociable por el capital humano, al que debe gran parte de su éxito.

Hace 25 años Juan de Dios Cuberos Gallego puso en marcha el proyecto más importante de su vida. Un proyecto, una idea, en la que sus cuatro hijos que hoy lloran su irreparable pérdida siguen creyendo ciegamente. Desde sus inicios, Agroisa trabaja día a día para ser una compañía reconocida en el mercado por su modelo de gestión sostenible a través de prácticas empresariales innovadoras marcadas por la transparencia y la profesionalidad; por la aportación de soluciones tecnológicas avanzadas a la industria productiva en general; por la calidad de sus productos y capital humano; y por la eficiencia de sus servicios.

Hoy día, las limpiadoras, lavadoras de aceituna y los sistemas compactos de limpieza y lavado de Agroisa están presentes en cuatro de los cinco continentes y en la práctica totalidad de países productores de aceite de oliva y aceituna de mesa. A nivel profesional, ése es el legado de Juan de Dios Cuberos Gallego. A nivel personal, deja otro mucho más valioso: su enorme humildad y honestidad, su infinita humanidad y su encomiable entrega en todo lo que hizo a lo largo de su vida.

Desde Mercacei nos sumamos al dolor de sus familiares y amigos, a los que enviamos un fuerte abrazo. Se nos va un gran profesional y, sobre todo, un gran hombre.

Hasta siempre, Juan de Dios, nunca te olvidaremos.