La CE garantiza su apoyo a la aceituna negra española tras el nuevo arancel anunciado por EEUU

El Departamento de Comercio de Estados Unidos decidió la semana pasada imponer un arancel adicional a la aceituna negra española. El objetivo es una tasa adicional del 17,13% -además del 4,47% decidido en noviembre pasado y del anterior arancel del 5,5%-, con lo que las aceitunas españolas deben afrontar un arancel total de importación al mercado norteamericano de un 27,1%.

En este sentido, la Comisión subraya que es “plenamente consciente” de la importancia de este asunto y de sus implicaciones sistémicas.

Desde el inicio mismo de las investigaciones, señala que ha intervenido activamente y ha proporcionado a las autoridades estadounidenses toda la información pertinente. Añade que ha actuado en “estrecha cooperación” con el Gobierno de España y las empresas afectadas en nuestro país.

Además, precisa que los comisarios Hogan y Malmström han planteado personalmente esta cuestión a sus homólogos del Gobierno estadounidense.Los servicios de la Comisión siguen prestando asistencia a la industria española y al Gobierno de España con el fin de velar por que Estados Unidos respete plenamente las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) durante tales investigaciones.

Intervenciones enérgicas Estas intervenciones enérgicas se mantendrán a todos los niveles a fin de evitar cualquier medida injustificada, garantiza la CE.

Se prevé que la decisión final en el marco de estas investigaciones se adopte el 9 de abril de 2018, precisa la CE, que anuncia que examinará todas las opciones y la adopción de más medidas a la luz de dicha decisión.

Por su parte, el Copa y la Cogeca –entidad que agrupa a los agricultores y a las cooperativas europeas- se ha posicionado en contra de la decisión de Estados Unidos de imponer aranceles de importación “punitivos” para la aceituna negra de España por considerar que “se trata sencillamente de una medida proteccionista”.

El secretario general del Copa y de la Cogeca, Pekka Pesonen, ha considerado que esta situación es “inaceptable”, según informa en un comunicado.

A su juicio, el arancel “no se justifica en absoluto y es totalmente desproporcionado, particularmente, a sabiendas de

que la mayoría de los países a nivel mundial están subvencionando de alguna manera su producción”.