Así lo ha indicado el gerente de Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba, Joaquín García, quien ha señalado que, a pesar de lo contradictorio que puedan resultar los datos de desempleo conocidos hace unos días, que fijan en más de 69.000 los parados en la provincia, de los que 6.030 serían demandantes de empleo agrario, “los socios de las cooperativas lo han tenido muy complicado a la hora de contratar trabajadores para la campaña”. “La realidad es que se necesitan unas cualidades físicas determinadas para desempeñar el trabajo y que muchas personas, a la hora de la verdad, no quieren trabajar en la campaña porque pierden ayudas o beneficios sociales”, ha explicado García, quien ha asegurado que si no fuera realmente necesario “las cooperativas y los agricultores no estaríamos planteando la organización de contingentes, con el esfuerzo tanto en tiempo como en recursos económicos que conllevan”. Por su parte, el presidente de la cooperativa Olivarera Los Pedroches, más conocida como "Olipe", Juan Antonio Caballero, ha detallado que “fincas puntuales han perdido alrededor del 60% de la cosecha”, por no contar con mano de obra suficiente. Olipe aglutina a 900 agricultores activos, con una producción media en torno a los 13 millones de kilos de aceituna, de la que el 70% está certificada como ecológico. Caballero ha subrayado que la orografía del terreno dificulta la recolección de la aceituna ya que limita mucho su mecanización. “La única forma de recoger la aceituna es a mano o con la ayuda de pesadas máquinas, difíciles de manejar en pendiente, que requieren de unas condiciones físicas específicas y de destreza sobre el terreno”, ha indicado. Para el presidente de Olipe, la clave está en “dignificar el trabajo del campo” y en “facilitar las herramientas y la formación para tener una mano de obra cualificada para este tipo de tareas”. Mientras tanto, ha considerado que contingentes como el que se organizó hace 15 años con Rumanía, “resultaron un éxito”.