La campaña 2018/19 se cierra en Italia con el mínimo de producción de las últimas décadas

En su último informe sobre el aceite de oliva, este organismo destaca que a diferencia de años normales, en muchas áreas ya en diciembre las almazaras habían cerrado, mientras que otras ni siquiera comenzaron las actividades.

Según sus datos, las regiones del sur fueron las que más sufrieron el descenso de producción tales como Puglia, para la cual se estima una reducción del 65% (72.461 toneladas), pero también para Calabria (-76,6%, 16.659 t.), Sicilia (-66,2%, 17.686 t.) y para casi todas las demás regiones del centro-sur, cuyos descensos también fueron particularmente “intensos”. Situación "diametralmente" opuesta en el centro-norte, con notables recuperaciones en Toscana (+31,3%, hasta 20.347 t.), Umbría (+40,4%, hasta 6.259 t.) y Liguria (+17,5%, hasta 4.896 t.).

El Ismea ha subrayado que la producción mundial, basada en estimaciones del Consejo Oleícola Internacional (COI), debería alcanzar el umbral de tres millones de toneladas, un 7% menos que en la temporada anterior. Los volúmenes son sostenidos por una producción española particularmente abundante y superior a los pronósticos realizados antes del comienzo de la cosecha. Así, las estimaciones publicadas por la Comisión Europea (CE) indican cantidades que alcanzan los 1,8 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 42,5% respecto a la campaña precedente.

Por otra parte, se registraron descensos “considerables” en otros países productores además de Italia. Se trata de Grecia, donde las cifras que llegan casi al final de la campaña señalan un año peor de lo que se pensaba, con 185.000 toneladas estimadas actualmente, lo que supone un 47% menos en comparación con la campaña anterior. También se reducirá a la mitad la producción de Túnez, que se calcula en 120.000 toneladas, mientras que Turquía, con 165.000 toneladas, registra un descenso del 37%, según Ismea.