Castilla-La Mancha defenderá al olivar de bajo rendimiento a través de una ayuda específica asociada a la producción dentro de la PAC

En la inauguración de la jornada organizada por UPA en el marco de Fercam sobre “ Perspectivas de futuro del olivar en Castilla-La Mancha ”, Martínez Arroyo señaló que estos agricultores “tienen difícil la rentabilidad solamente con el pago de la aceituna por parte de las 260 almazaras particulares y cooperativas que hay en Castilla-La Mancha”; de ahí que esta línea y ayuda específica dentro de la PAC “se vaya a solicitar, negociar y trabajar desde el Ejecutivo para conseguirla con vistas al nuevo periodo” de esta política comunitaria.

En una región con 80.000 kilómetros cuadrados, más de 20.000 -una cuarta parte- son cultivos leñosos, sobre todo olivar, viñedo, almendro y pistacho, además de frutales. “Los agricultores están apostando cada vez más por este tipo de producción de leñosos, que obviamente necesitan agua, y sin ella encuentra dificultades para ser rentable”; algo que ocurre en el caso del olivar, el almendro, el pistacho y el resto de cultivos leñosos de bajo rendimiento, “que no acceden al agua y además aportan valores que el consumidor no paga, desde el punto de vista de la conservación del territorio, el paisaje y el medio ambiente”.

Apuesta por la integración

Con unas previsiones de campaña que apuntan a una producción récord de 180.000 toneladas, el consejero en funciones también incidió en la necesidad de “integrar todavía más desde el punto de vista comercial el aceite de oliva de nuestros olivicultores apostando por procesos de integración comercial, agrupaciones de productores o entidades prioritarias interregionales que tienen un mínimo de facturación en cada uno de los sectores”.

En este sentido, destacó que en Castilla-La Mancha “acabamos de dar el visto bueno a una agrupación de productores entre dos empresas de la región que demuestra que es posible la integración comercial en las almazaras particulares”, recordando que “en la medida en que se concentra la oferta se compite y se defiende mejor el interés de los agricultores en la cadena agroalimentaria”.

Por su parte, el secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julian Morcillo, resaltó que “en lo que va de año el precio en origen ha caído en torno a un 35 %, una situación que no terminamos de entender. Sobre todo porque España tiene prácticamente toda la reserva de aceite del mercado internacional y porque el precio en origen en nuestro país no tiene nada que ver con el de nuestros competidores, países como Túnez o Italia”.

Morcillo indicó que desde la organización se trabaja con las administraciones en una serie de medidas de gestión de mercados y de autorregulación del propio sector “porque hay que tener en cuenta que en muchas zonas de la región el olivar es el único cultivo que mantiene a la población”. “Entre todos tenemos que buscar una solución para que el olivar tradicional siga siendo rentable y para que nuestra gente pueda seguir viviendo en los pueblos”, concluyó.