Este proyecto de I+D ha sido otorgado por EIT Food, la comunidad de innovación europea de alimentación, al consorcio formado por Acesur, el Instituto de la Grasa (CSIC), el Centro Tecnológico Fraunhofer, la Universidad de Turín y la empresa Energy Pulse Systems. Uno de los principales objetivos de este proyecto es aumentar la presencia de compuestos como tocoferoles, polifenoles y otros compuestos bioactivos en el aceite de oliva virgen que tienen un efecto positivo comprobado sobre las enfermedades cardiovasculares y el síndrome metabólico, utilizando nuevas tecnologías de extracción en almazara -cavitación hidrodinámica, ultrasonido y tecnología de campos electrónicos pulsados (PEF)-. Según ha informado el Insituto de la Grasa, se estudiarán también la influencia de estas nuevas tecnologías y la evolución del contenido de compuestos menores durante la vida útil de los aceites de oliva vírgenes. Para ello, se han involucrado varias pymes de Portugal, España, Italia y Grecia, donde la producción de aceite de oliva virgen es muy relevante para sus economías. Este es un proyecto de dos años de duración en los que todos los miembros del consorcio esperan obtener conclusiones interesantes durante esta primera anualidad. Además, se llevarán a cabo programas educativos que beneficien a los productores y estudiantes de los países participantes.