Cuarta sesión del Club de Cata “Olivar y Aceite”: pan y AOVE

Este espacio nació hace cuatro años de la mano de la entidad junto a uno de sus socios -Iada Ingenieros- con el objetivo de dar un paso más en la línea de trabajo desarrollada por el centro en aras de promocionar la cultura del aceite y del olivar, además de ser un punto de encuentro entre aficionados y profesionales para profundizar en el conocimiento del aceite de oliva virgen extra y disfrutar de una experiencia sensorial.

En el último año, este club, no solo se ha centrado en el conocimiento del aceite de oliva virgen extra sino que también ha prestado especial atención en la gastronomía de la provincia, por lo que cada sesión del Club de Cata tiene como protagonista, además del oro líquido, los productos agroalimentarios de Degusta Jaén, gracias al apoyo y colaboración de la Diputación Provincial, por lo que esta sesión se ha bautizado como “AOVEs de Jaén y pan”.

En cuanto a la sesión dedicada a estos dos productos los asistentes cataron zumos de cosecha temprana de Jaén, de diferentes zonas geográficas: cinco picuales, dos arbequinos y un frantoio.

En ella, la experta internacional, consultora en aceites de oliva y catadora Tomiko Tanaka, organizadora de cursos de cata y formación en Tokio, explicó a los participantes cómo es el consumo y el mercado de aceite de oliva en Japón y ofreció datos acerca da la superficie cultivada de olivar, la producción anual y las variedades que se cultivan.

Por su parte, Gema Pedrosa, economista, pastelera, pannier y responsable financiera y de marketing de la Panificadora “Las Mercedes”, ofreció una ponencia acerca del proceso de fabricación del pan y fermentación, así como una cata sensorial.

Pedrosa subrayó que existe todo un mundo que gira alrededor del pan y que puede cambiar el sabor de los ingredientes con los que se marida e incluso tapar su sabor. Así, los participantes degustaron siete tipos de pan que maridaron con las tres variedades de aceite -frantoio, picual y arbequino-.

También explicó cómo identificar un buen pan desde un punto de vista sensorial y organoléptico, examinando para ello desde su parte interna a la externa (sabor, olor…).

La experta también indicó que, aunque pueda parecer raro, existen similitudes entre el aceite y el pan en cuanto a su conservación, que debe hacerse en un lugar seco en el que no incidan factores externos como la luz o el aire. A su vez, ofreció un consejo para alargar la vida del pan al conservarlo en una bolsa de tela.