En virtud de ese acuerdo, según ha tenido conocimiento Asemesa recientemente, las dos principales partidas de aceitunas de mesa que España exporta a los países del Mercosur “seguirán gravadas con aranceles del 14% tras la entrada en vigor del mismo, mientras que las importaciones procedentes de los países sudamericanos irán desapareciendo progresivamente hasta su total desaparición, dando lugar a un grave desequilibrio competitivo”. La asociación ha señalado que la situación es “más espinosa” aún debido a que Egipto, uno de los grandes competidores de España en el mercado internacional, mantiene desde septiembre de 2017 un acuerdo comercial con Mercosur por el que los aranceles a las aceitunas egipcias desaparecerían progresivamente en un plazo de 10 años (2027). Por lo tanto, Asemesa ha considerado que el impacto de esta situación es “doblemente perjudicial” para los intereses españoles de sector de la aceituna de mesa. Por un lado, se ha referido a la pérdida del mercado brasileño de la aceituna de mesa, que es el principal país consumidor no productor de aceituna de mesa del mundo, con un consumo anual medio de más de 100 millones de kilos, que importa principalmente de Argentina (65%). Según ha precisado, la exportación de aceituna de España a Brasil está ya siendo sustituida por aceituna proveniente de Egipto. Por otro lado, ha subrayado la posible entrada en España de aceituna procedente de Argentina (uno de los países integrantes del Mercosur), con menores costes de producción que la española y libre de aranceles dentro de siete años. Sin duda, para Asemesa, “este es un nuevo problema para nuestro sector, muy castigado ya en los últimos años por los aranceles impuestos por Estados Unidos a las aceitunas negra y verde, pero también por el Brexit, las consecuencias del Covid-19 en el sector Horeca nacional e internacional así como la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria”.