Polilla del olivo: situación fitosanitaria en el olivar andaluz

El cultivo se encuentra actualmente con un estado fenológico dominante a nivel autonómico diferenciado entre las provincias occidentales que son las más adelantadas y las orientales con un retraso en algunos casos más acusado. En el caso en concreto de la provincia de Jaén, se halla en el estado "F" de floración.

En cuanto al movimiento poblacional de adultos de la polilla del olivo, según la RAIF, se da un aumento en todas las provincias a excepción de Jaén y Málaga, lo que indica que en estas dos provincias se encuentran en la parte final el vuelo de adultos que están dando lugar a las larvas de la generación antófaga. Por otra parte, en el resto de provincias coincide con el vuelo de adultos que están depositando las puestas sobre los frutos de la generación carpófaga, a excepción de Granada, donde el vuelo de adultos se encuentra depositando las puestas sobre las inflorescencias.

Actualmente -y asociado a la fenología del cultivo- la actividad de la polilla del olivo en su generación filófaga, ha finalizado en todas las provincias, quedando reducida su incidencia a aquellas áreas de cultivo más atrasadas en la provincia de Granada, donde se alcanza durante esta semana un valor medio provincial de 1,60% de brotes afectados con formas vivas.

Por otra parte, la incidencia de la generación antófaga, se encuentra en plena actividad su ataque sobre las inflorescencias en aquellas provincias más orientales, mientras que en las occidentales se encuentran en un periodo de transición entre generaciones antófaga y carpófaga.

La incidencia que está registrando actualmente la generación antófaga es inferior a los registros de la pasada campaña, según los últimos datos facilitados por la RAIF, destacando las provincias de Cádiz, Málaga y Jaén, donde se contabilizan unos valores de 3,80, 3,10 y 1,70% de inflorescencias atacadas con formas vivas de media provincial, respectivamente.

Recomendaciones

La RAIF ha resaltado que actualmente hay que recordar que esta generación debe ser vigilada principalmente en aquellas plantaciones más atrasadas fenológicamente o en aquellas otras plantaciones que por su escaso porcentaje de inflorescencias puede provocar daños muy importantes en las mismas, viéndose mermada considerablemente la producción del cultivo.

Es interesante conocer que una parcela podría reunir las condiciones para la realización de un tratamiento fitosanitario contra la generación antófaga, cuando alcance los siguientes valores:

un número inferior a 10 inflorescencias por brote menos del 20% de flores fértiles más de un 5% de inflorescencias dañadas con formas vivas En cuanto a la incidencia de la generación carpófaga, está iniciando su actividad en aquellas provincias más occidentales. Por los valores registrados, destacan Huelva, Sevilla y Cádiz, con una media del 15, 4,20 y 1,80% de aceitunas con prays vivo, respectivamente, mientras que en el resto aún no se ha iniciado su seguimiento o dicho seguimiento está centrado en aquellas áreas de cultivo más adelantadas siendo su actividad incipiente sobre el fruto.

Conviene recordar ante la actividad de la generación carpófaga, las siguientes consideraciones:

En el caso de tomar la decisión de controlar su población mediante tratamiento fitosanitario, hay que tener en cuenta que la Gruía de Gestión Integrada de Plagas del Olivar contempla como momento de intervención cuando se alcance el 20% de aceitunas con prays vivo y en torno a un 20% de huevos eclosionados respecto a vivos. Es importante resaltar que las condiciones ambientales condicionan claramente la supervivencia y actividad de este agente: altas temperaturas y baja humedad limitan la viabilidad de las puestas y por el contrario si son suaves favorecen su desarrollo, penetrando la larva en el fruto. Se recomienda tener en cuenta las condiciones meteorológicas como parte de la estrategia de control integrado Según la RAIF, cabe recordar que las condiciones ambientales que se vienen produciendo en estas fechas con altas temperaturas, por lo que se debe prestar especial atención, valorando la evolución biológica de las larvas de la generación carpófaga y que puede verse mermada su actividad.