La Eurocámara respalda mejorar la protección de los productos agrícolas de calidad

Los dominios que utilicen una indicación geográfica sin contar con los derechos deberán ser cerrados automáticamente o asignarse a un grupo de productores que la utilice legalmente. Para ello, la Oficina Europea de Propiedad Intelectual (EUIPO) establecerá un sistema de alerta que controle el registro de nombres de dominio.

El Parlamento también quiere que estas indicaciones estén mejor protegidas en los productos procesados. Los productos procesados que contengan un ingrediente reconocido no podrán etiquetarse con este sello a menos que los productores de la misma lo permitan.

El registro de las indicaciones geográficas debe ser más rápido -plazo máximo de cinco meses- y continuar bajo competencia de la Comisión. Las autoridades nacionales deberán gestionar la mayoría de las solicitudes de modificación de los registros existentes sin que Bruselas tenga que volver a comprobarlos. Según los eurodiputados, el Ejecutivo comunitario tiene una experiencia agrícola única y, por lo tanto, debería continuar administrando el sistema de indicaciones geográficas, en lugar de la EUIPO.

Por último, la Eurocámara propone que los productores reconocidos tengan más derechos y apoyo financiero. Deberían encargarse de establecer las condiciones mínimas para el uso de las indicaciones geográficas y supervisar su uso. Los productores reconocidos también deberían poder recibir contribuciones financieras obligatorias de todos los productores del bien protegido.

El informe, que servirá de base para las negociaciones con el Consejo de la UE sobre la forma final del texto legislativo, fue aprobado por el pleno con 603 a favor, 18 en contra y ocho abstenciones.

La UE protege las indicaciones geográficas desde los años 70 y en la actualidad existen en torno a 3.500, cuyas ventas anuales ascienden a 74.800 millones de euros. El valor de venta de un producto con una denominación protegida suele duplicar el de productos similares sin certificación.