Hace miles de años, la gente en la antigua Siria probablemente se alimentaba principalmente de cereales, uvas, aceitunas y una pequeña cantidad de lácteos y carne, algo similar a la Dieta Mediterránea actual, según un estudio publicado en la revista PLOS ONE dirigido por Benjamin T. Fuller, de la Universidad de Lovaina (Bélgica), y Simone Riehl, de la Universidad de Tubinga (Alemania).