El impacto de los viajes a través de Airbnb en los paisajes del olivar de España

Rodríguez subrayó que “el turismo a través de Airbnb está jugando un papel clave en la dinamización de las zonas rurales, promoviendo la dispersión del turismo hacia áreas menos saturadas. Este modelo no sólo beneficia a las comunidades locales, sino que también fomenta experiencias auténticas que enriquecen tanto a los viajeros como a los anfitriones, contribuyendo a la regeneración y sostenibilidad de los paisajes olivareros y sus alrededores”. Y es que el oleoturismo y la apuesta por destinos rurales son dos tendencias en auge para los viajeros en España. Según datos internos de Airbnb, el 61% de los anuncios en nuestro país están situados en zonas rurales, el porcentaje más alto de la UE y, además, cerca del 68% de las noches reservadas en España por los viajeros españoles entre enero y octubre de 2024 tuvieron lugar en esta tipología de destinos. Entre estos destinos rurales destacan aquellos vinculados al turismo relacionado con la producción de aceite de oliva. En este sentido, según un estudio realizado por Airbnb, las áreas con DOP de aceite de oliva en España generaron casi 24 millones de euros en ingresos para los anfitriones y aproximadamente 123 millones de euros en gasto en comercios locales. Por regiones, Antequera (Andalucía), Montes de Toledo (Castilla-La Mancha), Madrid, Navarra, Siurana (Cataluña), Les Garrigues (Cataluña) y La Alcarria (Castilla-La Mancha) son las DOPs donde los anfitriones típicos obtuvieron ingresos más altos, superando los 4.000 euros al año. Por volumen de crecimiento, Andalucía es la Comunidad Autónoma donde más aumentó el turismo asociado a las regiones y DOPs del aceite, con 8 de las 9 DOPs andaluzas analizadas duplicando el número de huéspedes en un año. Asimismo, el análisis muestra que los viajeros que eligen estas regiones son predominantemente familias españolas y realizan estancias promedio de cuatro días y casi cinco personas por reserva. La alta calidad de la experiencia se refleja en valoraciones de 4,8 estrellas; y en el 80% de los anuncios la ocupación anual es inferior a 30 días, lo que indica que estos alojamientos se utilizan de manera ocasional o complementaria, aprovechando activos que de otra forma permanecerían sin uso. En relación al perfil del anfitrión, el 55% son mujeres cercanas a los 50 años que perciben unos ingresos anuales de aproximadamente 3.100 euros. Asimismo, 8 de cada 10 anfitriones gestionan un único anuncio, lo que evidencia el impacto directo de estos ingresos en la economía familiar. Estos hallazgos, según Airbnb, subrayan el potencial de las regiones olivareras para ofrecer experiencias turísticas de alta calidad y, al mismo tiempo, impulsar el desarrollo económico y social de las comunidades rurales. Desde la pandemia, casi 7 de cada 10 noches reservadas en territorio nacional se han realizado fuera de grandes áreas urbanas y las reservas en destinos de proximidad han crecido un 27%. Además, más de 5.200 pueblos españoles han recibido reservas entre el primer y tercer trimestre de 2024, lo que ha impulsado la economía local y aliviado la saturación en destinos tradicionales.