El proyecto lo presentaba la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) hace poco más de un mes. Era algo muy novedoso, “la segunda revolución del campo después de las almazaras”, decían en la presentación. La iniciativa, apoyada por la Diputación provincial y la Agencia Andaluza de la Energía, se basaba, por un lado, en aprovechar el ramón de la poda del olivo para convertirla en biomasa. Todo ello con la novedad de que fueran empresas de servicios, del sector agrario jiennense, quienes se encargaran de comercializar ese ramón. Es decir, recogerlo, transformarlo y transportarlo hasta otras empresas, dedicadas a convertir estos restos en energía, como es el caso de Valoriza.<br /><br />Aunque la premisa de la que se partía es de que se trataba de un proyecto rentable para todos, se estableció un periodo de pruebas, en el que cinco empresas de servicios de la provincia utilizarían su propia maquinaria, y pondrían a prueba otras máquinas para picar el ramón y vendérselo a Valoriza. <br /><br />Desde el momento en que se anunció la iniciativa el proyecto se ha replanteado en cierta medida, ya que los diez días de prueba que se establecieron no han sido tales, sino que las empresas llevan trabajando más tiempo y continuarán en ello. <br /><br />Por ello, el técnico de UPA, Emilio Torres, encargado del proyecto, ha realizado un balance sobre cómo están marchando las cosas y si el proyecto resultará finalmente rentable. En primer lugar, ha manifestado que la práctica ha demostrado que no todas las máquinas picadoras que se iban a emplear en el proyecto funcionan correctamente. <br /><br />También, según la logística que se aplique, se consigue o no rentabilidad. Eso supone que los “tiempos muertos”, según palabras del propio Torres, pueden ser perjudiciales. Es decir, si la máquina tiene que pararse demasiado para cargar, descargar, transportar, etc, se pierde de picar demasiadas toneladas, de ahí que la solución vaya por no contar con contenedores, por lo que asegura que “lo más práctico es tener pequeños puntos donde acumular y descargar”.<br /><br />Respecto a la preparación del ramón también influye bastante. Si se pica demasiado grande, la máquina irá muy lenta, lo que favorece o perjudica a la hora de obtener resultados. <br /><br />Así, en este tiempo han sido tres las empresas que se han quedado por el camino de las cinco que empezaron. “Hicieron la elección de máquinas manuales y no les salía rentables”. En cambio, las otras dos están dispuestas a seguir el próximo año, “que se comenzará a picar en el mes de diciembre, para ir justo detrás de la campaña de aceituna”, asegura el técnico de UPA, que en toda esta iniciativa, además de avanzar en un proyecto novedoso, se está consiguiendo que “los fabricantes tomen nota y mejoren los prototipos de máquinas de cara al año que viene”.<br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a><br />