Esta semana ha sido algo más corta para Andalucía, donde se celebraba la fiesta autonómica. Eso se ha notado en el mercado del aceite de oliva, donde apenas se han realizado operaciones. En la provincia de Jaén, se apreciaba una paralización importante que se espera que vaya a durar algún tiempo. La razón es que los operadores del sector se muestran más preocupados por evaluar los daños que se han podido producir durante los días anteriores en el olivar a causa del frío y la sequía y por las consecuencias de la nieve, fenómeno poco habitual en estas zonas y a estas alturas del año. Muchos aseguran que, no bajando más las temperaturas, el deshielo sería muy positivo para el olivo, que dispondrá de agua segura. No obstante, los productores se muestran tranquilos, ya que han estado vendiendo el aceite a un buen precio, mientras que los compradores se encuentran cubierto en estos momentos. Los precios de la provincia jiennenses repetían esta semana, mostrándose algo más firme el aceite de oliva virgen para envasar, del cual se vendía algo por encima de las 440 ptas., es decir, a 445 ptas. el kilo (2.674 euros por tonelada), aunque sólo partidas muy puntuales. En Córdoba y Sevilla, el mercado se mostraba muy estable y tranquilo esta semana, habiéndose realizado algún "picoteo" de aceite de oliva virgen extra en la provincia de Sevilla. Mientras, en Málaga se mantenían los precios, mostrándose el mercado muy apático, aunque los productores mantenían un buen ánimo, sobre todo por la esperada llegada de las lluvias. Extremadura volvía a manifestar la cotización en los precios de los aceites de oliva refinables, para los cuales existía una valoración diferente según el grado de acidez. De esta forma, los precios se movían entre las 415 y las 425 ptas. el kilo (2.494/2.554 euros por tonelada). Por último, en Cataluña el mercado también se encontraba parado totalmente, manteniéndose la oferta de los aceites virgen extra frutados dulces de Lleida, a 460 ptas. el kilo (2.764 euros la tonelada). Para los próximos días, se esperan pocos cambios en el mercado y sí pronósticos de cosecha, que todavía podían sorprender a más de uno.