El sentimiento de incertidumbre reinante en los mercados oleícolas nacionales se reafirmaba la pasada semana para configurar un panorama de inactividad generalizada y precios más o menos sostenidos. Mientras en los campos las actividades relacionadas con la recolección funcionan ya a pleno rendimiento, en la mayoría de las zonas productoras, tanto la oferta como la demanda se muestran relajadas anticipándose al paréntesis ofrecido por las fiestas navideñas. Sin embargo, también es cierto que apenas queda ya aceite viejo para vender y que el nuevo llega con cuentagotas a las almazaras. Todo parece indicar que los precios podrían ceder a medida que avance la cosecha, sobre todo en aquellas regiones donde se producen mayores volúmenes, que necesitarán inevitablemente hacer hueco a los nuevos aceites que se vayan molturando. <br /><br /><i>Para más información, pueden suscribirse a nuestro Newsletter Semanal impreso "Mercacei" y/o al Club Mercacei. </i>