Antes de conocer los datos del primer aforo que todos los años ofrece la Junta de Andalucía, y que previsiblemente saldrán a la luz a mediados del próximo mes de octubre, la titular de Agricultura andaluza, Clara Aguilera, aseguraba que la próxima campaña oleícola 2009/10 tendrá una importante producción y una mejor garantía de rentabilidad. Así de contundente se mostraba la susodicha que, además, definía la presente campaña como “anómala” como consecuencia del descenso de precios que se produjo durante la primera mitad del año. En este sentido, la Consejera aludía a la activación, por parte de la Comisión Europea, del almacenamiento privado del aceite, un sistema que, como ya es sabido, favoreció el incremento de las cotizaciones del oro líquido. <br />Y es que el hecho de que el kilo de aceite de oliva en origen se venda por encima de los 2,40 euros es una buena noticia para el sector olivarero y oleícola, que tienen, por cierto, la recolección de la aceituna a la vuelta de esquina. Bien es sabido que a estos niveles la mayoría de las explotaciones olivareras empiezan a ser rentables, una situación que hasta hace bien poco ponía en peligro la supervivencia no sólo de las mismas, sino de otros cultivos de especial relevancia para la economía de muchas regiones y provincias españolas.<br />En concreto, en algunas comarcas jiennenses la dependencia de este monocultivo es tal, que representa más del 50% de su riqueza, de manera que la venta del oro líquido supone una fuente de ingresos principal o secundaria para más de 100.000 hogares.<br />De vuelta a la situación presente, la cuarta semana de septiembre estuvo de nuevo marcada por la escasa actividad y la apatía demostrada por la mayoría de operadores. Nos encontrábamos, por tanto, ante un periodo muy tranquilo, en el que la oferta, muy firme, se resistía a vender a unos precios por debajo de lo que ella consideraba oportunos; y en la que el envasador, mucho más apaciguado respecto a otras semanas, adquiría partidas muy pequeñas para cumplir con sus compromisos. Como resultado, las cotizaciones del oro líquido en la práctica totalidad de las provincias españolas mostraron un leve descenso que osciló entre las 5 y 10 pesetas por kilo, dependiendo de las calidades y de las provincias.<br />Así pues, en las provincias de Jaén y Granada el refinable se estableció entre las 395 y 410 ptas./kg. (2.374/2.404 €/t.); y el botella, entre las 400 y 405 ptas./kg. (2.404/2.434 €/t.). Mientras tanto, el virgen extra y el refinado se situaron en las 410 ptas./kg. (2.464 €/t.) y 420 ptas./kg. (2.524 €/t.), respectivamente.<br />Por su parte, en el mercado cordobés, donde la oferta se mostraba muy firme, para el “cisterneo” típico del momento se establecieron unos precios que rondaron las 395 ptas./kg. (2.374 €/t.), para el lampante; en el entorno de las 410/415 ptas./kg. (2.464/2.494 €/t.), para el botella; y a 410 ptas./kg. (2.464 €/t.), para el refinado. El extra, la semana pasada no mostró cotización.<br />En Sevilla las cotizaciones descendieron 5 ptas./kg., estableciéndose únicamente el refinado a 415 ptas./kg. (2.494 €/t.), dado que el resto de calidades no mostró cotización.<br />En Toledo, el mercado también estuvo muy apático y el poco virgen extra que se vendió cotizó a 415 ptas./kg. (2.494 €/t.); mientras que el virgen para envasar lo hizo a 410 ptas./kg. (2.464 €/t.).<br />En Barcelona el mercado también sufrió el descenso de precios, de manera que allí el virgen para envasar se estableció en las 410 ptas./kg. (2.464 €/t.); el virgen extra en las 430 ptas./kg. (2.584 €/t.); y el refinado en las 420 ptas./kg. (2.524 €/t.).<br />En la zona de Levante ha continuado la tendencia de inactividad durante toda la semana y no se han producido operaciones como resultado del poco aceite que queda ya para vender.<br />Por su parte, las operaciones en las provincias de Tarragona, Lleida, así como en la comarca del Bajo Aragón, fueron inexistentes; como también lo fueron en Málaga y Badajoz, donde la oferta y la demanda no se ponían de acuerdo, provocando la anulación de operaciones de compra-venta de este producto tan preciado, que no hace sino esperar a que alguien encuentre su precio lo suficientemente atractivo como para lanzarse a comprar las pocas existencias que, a estas alturas del año, aún puedan quedar.<br />Lo cierto es que todo el sector tiene la vista puesta en el arranque de la próxima campaña, a la vez que confía en que los datos de producción -de momento esperanzadores- puedan llegar a ofrecer estabilidad a un mercado que lo pide a gritos.<br /><br />