La semana pasada los mercados se fueron de puente. Sí, como el resto de los mortales, aunque precisamente no se mereciesen mucho descansar después de “la lata” que están dando este año. Y, además, para rizar el rizo, volvieron de ese pequeño periodo vacacional cediendo levemente.<br />Paralelamente, la Junta de Andalucía hacía público el segundo aforo de la cosecha de aceite de oliva, en el que se mantenían las mismas previsiones que en el primer aforo de octubre. De este modo, se afirmaba que Andalucía tendrá una producción de 1.038.000 toneladas de aceite, de las que algo más de la mitad se recogerán en Jaén (530.000 toneladas). La Comunidad andaluza concentrará el 90% de la producción nacional, situada en 1.200.000 toneladas, cifra con la que algunos sectores se han mostrado en desacuerdo.<br />Y, además, para despedir el año, el Senado aprobaba una moción propuesta por el PP en la que se pedía la creación en el seno de la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca de una Ponencia de estudio sobre la cadena de formación de precios entre el sector primario y el consumidor final, con el fin de adoptar medidas que recorten la diferencia de precio entre los productos en origen y su venta final. Concretamente, se insta al Gobierno a elaborar y presentar en el Senado, en el plazo máximo de 9 meses, un estudio sobre las aportaciones del sector agroalimentario a la economía y a la sociedad española en su conjunto. <br />Todo eso transcurría durante una semana en la que, mientras tanto, otros descansaban, entre ellos, la demanda de nuestros mercados. O eso parecía en Jaén y Granada, donde la escasez de demanda provocaba ligeros descensos en las cotizaciones y una falta de movimientos que rozaba la apatía total. Así, casi todas las calidades cedían 5 ptas., situando los lampantes en las 335 ptas./kg. (2.013 €/t.); en las 345 ptas./kg. (2.073 €/t.), los botella; en las 350 ptas./kg. (2.103 €/t./2.133 €/t.), los vírgenes extra; y, finalmente, permanecían inmutables los refinados en las 355/360 (2.133/2.163 €/t.). <br />Córdoba se sumaba a este puente involuntario con un mercado guíado por las compras al día, lo que dejaba a la oferta con la miel en los labios, deseosa de vender más. En cambio, sus precios sufrían esta situación y se anclaban en las 330/335 ptas./kg. (2.073/2.013 €/t.), los vírgenes para envasar; en las 355/357 ptas./kg. (2.133/2.146 €/t.), los refinados; y en las 355 ptas./kg. (2.133 €/t.), los vírgenes extra.<br />En Sevilla, por su parte, la demanda abogaba por la retirada inmediata, mientras la oferta cedía un poco y el mercado iba haciendo balanza entre los dos, sosteniéndose, una semana más, en la estabilidad. Además, el nuevo aceite, proveniente de una aceituna sana, lucía dorado y suave, con poco rastro de lampante. <br />En Málaga, una semana más, a pesar del buen tiempo, éste no parecía ser suficiente para dar un empujón a las cotizaciones, que se estancaban en los mismos niveles que la semana anterior. La demanda brillaba por su ausencia y dejaba los lampantes en las 330/335 ptas./kg. (1.983/2.013 €/t.); los botella en las 340/350 ptas./kg. (2.043/2.103 €/t.); y, una semana más, los vírgenes extra no ofrecían cotización.<br />El mercado castellano-manchego, parecía no encontrarse esta semana. La cosecha tardía, junto a la falta de aceite por vender creaban una situación de stand-by. Así, los vírgenes extra descendían 5 ptas. hasta las 350/355 ptas./kg. (2.103/2.133 €/t.); y los botella se situaban en las 345 ptas./kg. (2.073 €/t.). <br />Por primera vez desde hacía meses, Tarragona, Lleida y Bajo Aragón parecían despertar de su apatía. Así, aunque resisitiéndose a vender, comenzaba la cosecha y establecía en las 370/380 ptas./kg. (2.223/2.284 €/t.) los vírgenes extra de Garrigues y Siurana.<br />El mercado barcelonés, por su parte, repetía cotizaciones. Los vírgenes para envasar cotizaban a 370 ptas./kg. (2.223 €/t.); los refinados operaban a 365 ptas./kg. (2.194 €/t.), y los vírgenes extra se encontraban en las 395 ptas./kg. (2.374 €/t.).<br />Finalmente, Extremadura se encontraba en una batalla descompensada entre el exceso de oferta y la falta de demanda, lo que repercutía en los precios que cedían muy levemente, y se fijaban los lampantes a 320/325 ptas./kg. (1.923/1.953 €/t.); los botella a 330/340 ptas./kg. (1.983/2.043 €/t.); y los vírgenes extra dejaban de cotizar.