El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) pretende que el Consejo de Ministros apruebe durante este mes de octubre el proyecto de ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena agroalimentaria. Así lo avanzó el director general de la Industria Alimentaria, Fernando Burgaz, en la “II Jornada nacional de lonjas y mercados de cereales y oleaginosas”, organizada por la Lonja Agropecuaria de Ciudad Real.<br />Durante su intervención, Burgaz repasó el estado de los nuevos proyectos sobre los que se está trabajando en los últimos meses para mejorar la situación de los agricultores, ganaderos y el resto de los integrantes del sistema alimentario. Así, señaló que la mejora de las relaciones entre los distintos elementos que intervienen en la cadena de suministros de las producciones agropecuarias forma parte de los compromisos adquiridos por el Ministerio de Agricultura en el programa de trabajo para la presente legislatura.<br />Asimismo, destacó que el proyecto de ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, “en el que se viene trabajando de manera muy intensa”, recoge distintas normas y procedimientos de trabajo que “deberán tenerse en cuenta en los diferentes pasos que se den para llevar la producción desde al campo a la mesa del consumidor, a la vez que se determinan los oportunos procedimientos de control”.<br />Estas declaraciones resultaban bastante oportunas teniendo en cuenta la inestabilidad del mercado, la volatilidad de precios registrada durante las últimas semanas y las previsiones de un 70% menos de producción para la próxima campaña respecto a la anterior.<br />Precisamente por ello, el secretario general de UPA-Jaén, Agustín Rodríguez, animaba a cooperativas y almazaras a tener “paciencia y defender el precio” del aceite de oliva ante el “posible desabastecimiento” de este producto en la próxima campaña de comercialización, dadas las malas previsiones de cosecha.<br />“Todavía estamos en fechas que si llueve ese 30% puede mantenerse estable o desplomarse. Es el tiempo el que todavía tiene la última palabra sobre si al final la cosecha va a ser todavía menor de lo que se pensaba”, señaló para recordar, en cualquier caso, que lo que está claro es que va a ser “muy mala”.<br />Al respecto, desde UPA están animando a las cooperativas y almazaras a “que tengan paciencia y que defiendan el precio”, puesto que teniendo en cuenta el balance final de la actual campaña -en la que se estiman unas 600.000 toneladas de aceite de oliva de enlace- y las previsiones de la que viene, puede encontrarse “en la próxima campaña de comercialización con desabastecimiento de aceite de oliva”.<br />Los mercados respaldaban las declaraciones de UPA con la escasez de las operaciones y unos precios que fluctuaban en calidades como el refinado y el virgen extra, mientras que en otras como lampante o botella dejaban de cotizar debido a la escasez del producto.<br />Los parqués de Jaén y Granada se encontraban prácticamente parados. La demanda estaba tranquila mientras la oferta se mantenía con los precios estables, sin ceder ni un ápice. A la espera de las lluvias y debido a la escasez de operaciones, solamente se ofertaba el refinado, que lo hacía alrededor de las 440/445 ptas./kg. (2.644/2.674 €/t.).<br />En Córdoba, el comprador se encontraba a expensas del comportamiento de la climatología. Sin apenas ventas y el comprador desaparecido, se ofertaba el refinado a 440 ptas./kg. (2.644 €/t.), mientras las demás calidades se mantenían sin operaciones.<br />En Sevilla, que se encontraba a las puertas de la recolección, no quedaba apenas aceite, por lo que no ofrecía cotizaciones a excepción del refinado, que permanecía a niveles de 445 ptas./kg. (2.674 €/t.).<br />El mercado malagueño estaba mucho más tranquilo y estable, con poco aceite por vender. Las escasas lluvias relajaban ligeramente unas cotizaciones que se materializaban en un AOVE a 440/450 ptas./kg. (2.644/2.704 €/t.).<br />En el mercado castellano-manchego se producían, sobre todo, retiradas de compras realizadas anteriormente, con cierta operatividad y a pesar de la escasez de producto. El botella se ofertaba a 415 ptas./kg. (2.494 €/t.); y el virgen extra a 430 ptas./kg. (2.584 €/t.).<br />La falta de operaciones en Barcelona situaba el refinado y el botella a 440 ptas./kg. (2.644 €/t.); mientras el AOVE cotizaba a 455 ptas./kg. (2.734 €/t.). <br />Finalmente, el mercado extremeño se encontraba, al igual que las demás provincias productoras, sin mercado y sin producto, por lo que no ofrecía cotizaciones. De igual manera, continuaban en blanco los mercados de la Comunidad Valenciana, Aragón, Lérida y Tarragona.