El sector oleícola vive pendiente de los datos de producción que a partir del próximo día 10 vaya facilitando la Agencia para el Aceite de Oliva (AAO), al comprobar que eran ciertas las previsiones de una cosecha muy inferior a las ya escasas y pésimas previsiones. Es por ello que las cotizaciones no dejan de incrementarse a pesar de no realizarse operaciones en las principales zonas productoras del país.<br />La organización agraria COAG-Andalucía se ha atrevido a asegurar que estamos frente a “la peor” cosecha de aceite en la Comunidad andaluza desde la sequía de 1995, de manera que con la campaña casi finalizada “se constata una producción muy inferior a lo estimado inicialmente desde todas las organizaciones y todos los ámbitos del sector”, que conllevará la pérdida de más de 2.000 millones de euros en la presente campaña para los olivareros andaluces.<br /> Además de esta reducción en las estimaciones iniciales por la bajada del rendimiento que se está obteniendo, la organización constata una reducción de la producción superior a la esperada, en torno a un 15% adicional, por lo que se puede adelantar a día de hoy que habrá una caída de en torno al 80% respecto a la campaña pasada.<br />Ante estas perspectivas, COAG ha reclamado a las distintas administraciones que pongan en marcha medidas que palíen esta “dramática” situación en el sector. Entre otras, se encuentran el aplazamiento de la devolución de los préstamos para modernización e incorporación de jóvenes agricultores de las últimas campañas, la aplicación de un módulo cero, la exención del pago de las cuotas de la Seguridad Social del año 2013, tanto de los trabajadores por cuenta propia como por cuenta ajena, la exención del IBI y la exención del canon de riego de Confederación.<br />En Jaén, por ejemplo, la oferta se encontraba desaparecida mientras los precios continuaban con la tendencia alcista llegando a cifras muy elevadas. Los productores constataban la merma en la cosecha. El lampante se encontraba a 410/415 ptas./kg. (2.464/2.494 €/t.); mientras el botella se establecía a 425/430 ptas./kg. (2.554/2.584 €/t.); el virgen extra a 435/440 ptas./kg. (2.614/2.644 €/t.); y, finalmente, el refinado a 430/435 ptas./kg. (2.584/2.614 €/t.).<br />En el parqué cordobés, la oferta era muy corta, al tiempo que iba saliendo algo de demanda. Los precios dependían mucho del momento de la retirada. A la espera de los datos de la AAO y de que finalice la molturación, el lampante se alzaba hasta las 420/425 ptas./kg. (2.524/2.554 €/t.); el botella se establecía a 430/445 ptas./kg. (2.584/2.674 €/t.); el refinado a 440/450 ptas./kg. (2.644/2.704 €/t.); y el AOVE a 450/460 ptas./kg. (2.704/2.764 €/t.).<br />En Sevilla, al igual que en el resto de provincias andaluzas, continuaba subiendo el aceite, sin apenas oferta. Allí, el lampante se ofertaba a 420/425 ptas./kg. (2.524/2.554 €/t.); el botella a 430/435 ptas./kg. (2.584/2.614 €/t.); el refinado a 450 ptas./kg. (2.704 €/t.); y el AOVE a 450/470 ptas./kg. (2.704/2.820 €/t.).<br />En Málaga, el mercado se encontraba sin operatividad debido a la retirada de oferta y demanda y a la incertidumbre hasta conocer los datos oficiales de producción. Por ello, la provincia colgaba el cartel de precios en blanco; al igual que ocurría en Bajo Aragón, Extremadura y Valencia.<br />En Tarragona y Lleida se producía algo de demanda en el entorno de las 460 ptas./kg. (2.764 €/t.), pero no se llegaban a cerrar operaciones. <br />Finalmente, en la Comunidad extremeña las cotizaciones también se mantenían al alza a pesar de la falta de operaciones. El lampante se situaba a 410 ptas./kg. (2.464 €/t.); y el virgen extra se establecía a 450 ptas./kg. (2.704 €/t.).