El sector está viviendo una auténtica locura de precios últimamente. Cada semana parece que se ha llegado a un techo que sigue perforándose los días siguientes llegando a niveles de los años de “subidón”. La causa más probable, además de la constatación de la pésima cosecha actual, es la entrada de Italia en el mercado, que ha realizado compras que han logrado romper la barrera de precios con retiradas entre abril y mayo aproximadamente a 500 ptas./kg. (3.010 €/t.). <br />Asimismo, las cotizaciones dependían en gran parte del momento de retirada, pues a pesar de que la oferta iba saliendo al mercado, las operaciones todavía no eran estables ni se realizaban con continuidad.<br />Por otro lado, la meteorología era también protagonista la pasada semana, ya que durante la madrugada del 10 de enero se registraba en las provincias de Jaén y Granada un terremoto de 3,5 de intensidad en la escala Richter. A pesar de no producir daños materiales ni personales, el Instituto Geográfico Nacional aseguraba que estas regiones habían registrado en una semana 39 pequeños seísmos, siendo el más fuerte de 3,3 grados previo al de 3,5.<br />Paralelamente a estos acontecimientos, las federaciones de Industria y Trabajadores Agrarios de UGT y Agroalimentaria de CCOO, mantuvieron una primera reunión con la secretaría de Empleo del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, Engracia Hidalgo, para abordar las pérdidas de empleo ocasionadas en el sector agrario -con especial hincapié en el olivar- por las inclemencias meteorológicas. Al término de la misma ambos sindicatos destacaron el compromiso del Gobierno de atender esta situación “con la máxima urgencia”. <br />En los mercados de Jaén y Granada, por su parte, iba saliendo algo más de oferta aunque no de forma abundante, si no más bien de partidas pequeñas. La campaña jiennense se encontraba a punto de finalizar con unos precios al alza. Así, el lampante se establecía a 460 ptas./kg. (2.764 €/t.); mientras el botella lo hacía a 470 ptas./kg. (2.820 €/t.); el virgen extra a 480/490 ptas./kg. (2.880/2.940 €/t.); y, finalmente, el refinado a 480/485 ptas./kg. (2.880/2.910 €/t.).<br />El mercado cordobés se encontraba “cisterneando” a cierto volumen. El nivel de precios dependía del pago, de la retirada y del comprador, aunque la tó-<br />nica general eran cifras muy elevadas, como el lampante, que se alzaba<br />hasta las 450/460 ptas./kg. (2.704/2.764 €/t.); el botella, que<br />se establecía a 460/<br />470 ptas./kg. (2.764/<br />2.820 €/t.); el refinado, a 470/480 ptas./kg. (2.820/<br />2.880 €/t.); y el AOVE,<br />a 480/500 ptas./kg. (2.880/3.010 €/t.).<br />En Sevilla, al igual que en el resto de provincias andaluzas, las operaciones que se realizaban eran puntuales y concretas. El sector seguía pendiente de conocer los datos de diciembre de la Agencia para el Aceite de Oliva (AAO), que saldrán a la luz en cualquier momento. En la provincia sevillana, el lampante se ofertaba a 450 ptas./kg. (2.704 €/t.); el botella a 460/470 ptas./kg. (2.764/2.820 €/t.); el refinado a 470 ptas./kg. (2.820 €/t.); y el AOVE a 470/500 ptas./kg. (2.820/3.010 €/t.).<br />En Málaga, el mercado continuaba con muy poca operatividad. Por ello, la provincia colgaba el cartel de precios en blanco; al igual que ocurría en Bajo Aragón, Extremadura, Tarragona, Lleida y Valencia.<br />Finalmente, en la Comunidad extremeña se realizaban operaciones aisladas y sin continuidad, por lo que las cotizaciones también se mantenían en blanco.