El secretario provincial de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), José Luis Gutiérrez, aseguró que el balance agrícola de este año ha sido <i>“el peor y más catastrófico desde 1947”</i>, no sólo por las heladas que <i>“han machacado”</i> las cosechas, sino por las fuertes sequías.<br /><br />Los agricultores prevén que la producción de la aceituna se reducirá en un 25%. Asimismo, la producción de vino de la denominación de origen Ribera del Duero puede disminuir en un 20%, según el consejero de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, José Valín.<br />Gutiérrez reclamó a las administraciones que <i>“salgan del relax del mes de agosto y actúen de un modo consciente”</i>, con la puesta en marcha de los decretos aprobados y <i>“haciendo extensibles las ayudas al olivo y la vid”</i>. <br /><br />Una de las ayudas que destacó Gutiérrez son las relacionadas con el gasóleo, <i>“aprobadas en 2004 para ser puestas en marcha en 2005 y que aún no se han iniciado”</i>. Añadió que por primera vez han subido los precios del gasóleo agrícola a 71 céntimos, <i>“frente a los 64 céntimos registrados al hacerse el acuerdo”</i>.<br /><br />Por su parte, la asociación de agricultores Asaja ha solicitado al Ministerio del ramo la inclusión en la nueva orden contra la sequía de cultivos como el olivar y viñedo.<br />ASAJA prevé una gran disminución de cosecha de aceituna para esta campaña, ya que las pérdidas debidas a las heladas, que comenzaron en las zonas de Montiel y Campo de Calatrava, se extenderán hacia otras comarcas también afectadas por la falta de agua. De continuar así, la producción podría estar por debajo del 50 por ciento de una cosecha en condiciones normales, habiendo zonas en las que la misma sería prácticamente nula. <br />Esta situación, puesto que este año hay menos cultivo que recoger por esta reducción de producción, supone también una disminución de la necesidad de mano obra para la recolección, lo que redundará en los trabajadores que cada año recogen la uva o la aceituna. <br />Asimismo, las organizaciones agrarias Asaja, UPA y COAG han rechazado en los últimos días la propuesta del Gobierno de subir los impuestos especiales sobre el consumo de alcohol, tabaco y gasolinas para compensar el déficit de la sanidad, al tiempo que reclamaron una revisión del impuesto de hidrocarburos.<br /><br />En concreto, Asaja ha manifestado que ante la continua subida del gasóleo agrícola y la imposibilidad de que los agricultores y ganaderos aumenten los precios de sus productos a los intermediarios, necesitan ayudas fiscales y no el aumento del Impuesto sobre Venta Minorista de Hidrocarburos (céntimo sanitario), que ya pagan en algunas comunidades autónomas como Madrid (0,6 céntimos por litro). Según indicaron, esos 0,6 céntimos podrían subir a 2,4 céntimos por litro, cuatro veces más. Consideran que el «centimazo» es «inasumible para el sector».<br />