La semana pasada, concretamente entre los días 17 y 18, se celebró el Encuentro Europeo Summit sobre Biocombustibles Sostenibles, que cerró su primera edición con más de 350 asistentes profesionales que participaron en 34 presentaciones. La impresión general de la organización, de los asistentes y de los expositores ha sido “mucho más intensa y mejor de lo que podía esperarse para esta primera edición”, aseguran los responsables de la empresa organizadora del evento, Survey España, quienes han destacado que el acto fue un éxito gracias a los buenos contenidos y por el excelente ambiente de trabajo, aunque también por la falta de interés público y político. <br /><br />La decisión de organizar las sesiones en dos bloques, separando la disponibilidad de biomasas de la producción y certificación sostenible de biocombustibles, dejó claro al menos que el sector de los biocombustibles tiene mucho camino por recorrer en lo que se refiere a la sostenibilidad. Casi 300 participantes lucharon por hacerse con un asiento en la sala donde se impartieron los contenidos del primer bloque; mientras que tan sólo 50 personas se mostraron interesadas en los aspectos sostenibles del negocio, lo que contradice claramente la realidad del sector, pues la certificación sostenible de las materias primas y los biocombustibles está a punto de llegar, al menos para el aceite de palma y la soja, y en la actualidad se considera una de las principales variables que influyen en la gestión de riesgos del sector. <br /><br />Una de las principales preguntas a las que debía responder el encuentro era si hay suficientes biomasas sostenibles, ahora o en el futuro, para producir biocombustibles para una demanda cada vez mayor. La conclusión fue que en la actualidad todavía no es posible contestarla de forma clara, pues sólo se dispone de informaciones dispersas y con muchas carencias. <br /><br />En primer lugar, no se ha hecho ningún mapeado a nivel mundial de todos los productos y localizaciones agrarios que podrían utilizarse para la producción de biocombustibles. Esta localización ayudaría a cuantificar los volúmenes disponibles, al tiempo que permitiría excluir las áreas de producción más sensibles desde el punto de vista medioambiental. <br /><br />En la actualidad se dispone de pocos datos realistas sobre cómo se desarrollarán los mercados de biocombustibles, tanto internos como externos, pues muchas variables son inestables, como la política, el futuro de los mercados y del consumo de petróleo, la disponibilidad mundial tanto de petróleo como de materias primas para biocombustibles, el desarrollo e implementación de otras fuentes de energía limpias, etc. <br /><br />De este modo, en este momento sólo podemos contar con las opiniones de países como Brasil, Argentina, Alemania, España o Indonesia, que durante el evento presentaron sus opiniones y puntos de vista específicos. En términos generales, nadie cuestiona hoy en día la necesidad de biocombustibles, y al menos los países mencionados ven oportunidades suficientes como para producir materia prima para el mercado doméstico e incluso para exportarla, y en el futuro también para producir y exportar biodiesel y etanol. De hecho, y a modo de ejemplo, en la actualidad España ya exporta el 95% de su producción de etanol, sobre todo a países del norte de Europa, pues de momento la demanda interna española es inexistente, si bien algunos fabricantes de coches, como Ford, ya están vendiendo en España automóviles totalmente preparados para usar tanto etanol como la gasolina tradicional, ¡y con mucho éxito! El impulso de la demanda sólo es cuestión de tiempo. <br /><br /><B>Intereses del sector</B><br /><br />La segunda pregunta a la que el evento quería dar respuesta es si los intereses de los distintos implicados en el sector pueden conciliarse en un enfoque común hacia un mercado sostenible. Éste parece ser al caso del aceite de palma y de la soja, cuyos distintos “stakeholders”, con unas opiniones iniciales completamente opuestas, están trabajando conjuntamente en mesas redondas para el desarrollo sostenible de la soja y del aceite de palma. Estas mesas redondas han avanzado mucho en la definición de unos estándares mundiales que muy pronto constituirán una referencia para el sector.<br /><br />André Baken, organizador del encuentro Summit, explicó que “estas iniciativas sólo afectan superficialmente a la concienciación global sobre estos asuntos. Hemos de encontrar mejores maneras de comunicar nuestro mensaje. Están en camino un estándar de verificación de biocombustibles sostenibles (y de su trazabilidad a lo largo de la cadena de suministros, hasta llegar a los productores y a las plantaciones, tanto en Europa como en otros países), y los requisitos de certificación y del proceso de verificación. <br /><br />De hecho, las cifras del encuentro hablan por sí mismas: de un total de 350 asistentes, tan sólo 2(!) procedían de instituciones públicas, y no hubo ningún representante de stakeholders políticos. Y eso pese a toda la cobertura que reciben temas como las reducciones de CO2, o un transporte público y unas energías más limpios. También fue significativa la total falta de interés de la ciudad y la comunidad anfitrionas, que estaba previsto que inauguraran y clausuraran el Encuentro. Las personas que debían hacerlo no se presentaron. Baken: “Parece que Al Gore tendrá que prolongar su gira mundial un poco más, pues la cobertura que los medios de comunicación hacen de las reducciones de CO2, de unos combustibles más limpios y de más sostenibilidad no se traduce en una actitud más activa por parte de estos stakeholders. La concienciación entre los políticos y los funcionarios españoles debe mejorar, pues en la actualidad no cabe duda de que las señales que están emitiendo no son las más idóneas para el sector.” <br /><br />Respecto a la posibilidad de ampliar los trabajos de certificación sostenible ya realizados a todas las materias primas para biocombustibles, los ponentes explicaron que la certificación sostenible de los biocombustibles parece un proceso posible en parte, pero también complejo. Algunos de los proveedores de materias primas, como los sectores de la soja y del aceite de palma, están trabajando en mesas redondas para definir unos estándares globales que sean de aplicación a todos los usuarios, estén en el sector alimentario, de los biocombustibles o de los piensos. En cuanto estas plataformas acuerden y decidan un estándar de verificación, los requisitos de certificación, el proceso de verificación, y unos organismos de aprobación y verificación (cosa que probablemente sucederá este mismo año), el resto de implicados en el sector dispondrán de una guía de actuación, tendrán la obligación moral de cumplir este nuevo estándar y al menos parte de estos grupos de productos podrán certificarse. Llegar a certificar el 100% de toda la palma y la soja que se produce en el mundo llevará mucho tiempo, pero por algo hay que empezar.<br /><br />Una última conclusión del encuentro Summit fue la demanda del sector de crear un mercado anual de carácter profesional que permita reunirse y hacer negocios sin estar directamente relacionado con un determinado encuentro, conferencia o seminario. Por ello, Survey España mostró su intención de crear una feria específica para el sector, con áreas y grupos de interés bien segmentados, que liberará a los expositores de la sensación de ser el “segundo plato” de un congreso, conferencia u otro evento similar.<br /><br /><B>Próxima edición</B><br /><br />Dado el éxito cosechado durante la presente edición del Biofuel Summit, el año que viene se celebrará la segunda edición, también en Madrid, que volverá a ser el punto de encuentro de todos los interesados en un futuro sólido y sostenible para los biocombustibles. Una edición que abordará la problemática de las biomasas para producir biodiésel y etanol sostenibles.<br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a><br />