Los oleicultores de Europa se enfrentan a dos retos importantes: por un lado, tienen que respetar la estricta legislación medioambiental de la UE, y por otro, tienen que hacer frente a la competencia existente en el mercado, que les obliga a mantener precios bajos. <br />Y es que la mayoría de las 12.000 almazaras de la UE son pequeñas y medianas empresas (PYME), para las que resulta muy complicado cumplir la legislación medioambiental de la UE y competir con otros oleicultores a la vez. <br /><br />Por ello, los oleicultores contarán con ayuda gracias al proyecto Inasoop (“Enfoque integral de la producción sostenible de aceite de oliva y aceituna de mesa”), financiado por la UE. Los socios de este proyecto llevan tres años trabajando en la redacción de directrices que ayuden a los oleicultores a funcionar de forma más ecológica y aumentar su competitividad. <br /><br />El proyecto Inasoop, en el que participan los productores europeos, tiene como objetivo poner a punto tecnologías ecocompatibles para la producción oleícola europea, está financiado en el ámbito del VI Programa Marco de investigación y desarrollo tecnológico de la UE (dotado con un millón de euros con la cofinanciación de la UE, sobre un valor total en torno a 1,5 millones) y está coordinado por el Centro para la Transferencia de las Tecnologías (TTZ) de Bremerhaven, en Alemania, un centro de investigación que dispone de relevante “know how” en materia ambiental.<br /><br />Este proyecto, en el que participan Italia, España, Grecia y Portugal, prevé en Italia la participación de Unaprol (Consorcio Italiano de Productores Oleícolas) y de dos almazaras en Sabina y Umbria. El programa prevé la participación de todo el sector de investigación y producción, para la puesta a punto de tecnologías sostenibles para la producción del aceite de oliva y de las aceitunas de mesa. Entre institutos de investigación, asociaciones de productores, pequeñas y medianas explotaciones oleícolas y empresas de servicios ambientales de Grecia, Italia, Portugal y España, son un total de 21 las partes involucradas.<br /><br />Las tecnologías que se promueven incluyen la definición de un estándar ambiental que las empresas deberán respetar y la puesta a punto de instrumentos que permitan a las empresas la optimización del uso de la energía y el agua, reduciendo el impacto ambiental de las producciones.<br /><br />En Italia, el grupo de investigación coordinado por Unaprol contó, en un primer momento, con la participación del Instituto Técnico de Pescara, sustituido posteriormente por el CNR (Consejo Nacional de Investigación). En lo que respecta a las empresas, participan en la iniciativa, la Cooperativa Agrícola de Sabina (Rieti) y la almazara Zamporlini de Todi (Perugia). Ambas están experimentando las nuevas técnicas puestas a punto para individualizar soluciones ecocompatibles para la transformación de la aceituna.<br /><br />Este proyecto, que involucra a los mayores productores europeos de aceite de oliva y de aceitunas de mesa, además de focalizar la atención en los sistemas que permitan lograr una mayor eficiencia en el uso de agua y energía en el proceso productivo, se ocupa también de los aspectos de compostaje y de reutilización del orujo y de las aguas residuales.<br /><br />Actualmente, el sector oleícola produce más de 10 millones de toneladas de residuos, sólo en Europa, a las que se suman las producidas en Australia, Estados Unidos y América del Sur, nuevos productores de aceite de oliva.<br /><br />Los problemas de la eliminación de estos residuos representan una cuestión cada vez más importante para un subproducto que, en realidad, no debería representar un coste sino ser un valor añadido para el sector. Asimismo, la reutilización de estos residuos y de las aguas de vegetación sigue varias direcciones. En principio, el proyecto no se ocupa sólo de la tecnología del proceso industrial, sino también de la fase sucesiva, es decir, que estudia la forma más eficiente para separar los orujos y las aguas para poder obtener un subproducto aprovechable para nuevos usos, minimizando así el impacto ambiental. Por ejemplo, si el orujo siguiera estando asociado a una gran cantidad de agua, la desecación costaría más de lo que vale. Para evitar esta paradoja, es preciso lograr una tecnología que produzca un residuo seco.<br /><br />La UE es el principal productor mundial de aceite de oliva y aceituna de mesa; España, Italia y Grecia por sí solas suman el 80% de la producción mundial de aceite de oliva. Gracias al sabor del aceite y a sus beneficios para la salud, se prevé que el consumo mundial de estos productos aumente entre un 3,5% y un 4% al año. <br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a><br />