El bioquímico Mike Haas y el biólogo Karen Scott están trabajando con la compañía Philadelphia Fry-o-Diesel, con sede en Philadelphia, para demostrar que las grasas sobrantes en restaurantes y empresas alimentarias pueden convertirse en biodiesel de forma eficiente.<br /><br />El grupo de investigación obtiene los ésteres metílicos del ácido graso, los compuestos químicos que forman el biodiésel de la grasa. Los investigadores están desarrollando un método para producir éste tipo de biocarburante directamente de las grasas, que se tratan con un 18% de metanol, método a través del cual se eliminaría la necesidad de aislar el aceite antes de convertirlo en combustible, reduciendo así los costes de producción, y ampliando la cantidad de materias disponibles para la conversión en biodiésel. <br /><br />Otro objetivo de la investigación es encontrar aplicaciones suficientes para el glicerol, un subproducto resultante del proceso de elaboración de las grasas en este carburante “verde”. Cada 100 partes de biodiésel producidas dejan 10 de glicerol, lo que satura los mercados actuales. <br /><br />Las grasas usadas el canal horeca y en los hogares acaban directamente en las aguas residuales, lo que dificulta y encarece los procesos depurativos. El aceite usado resulta altamente contaminado, ya que bastan unos pocos litros para que se extiendan y formen una película que puede ocupar grandes superficies en el agua, dificultando su oxigenación. <br /><br />De ahí que el reciclaje de estas grasas,para su transformación en biodiésel, suponga un reto para los científicos. En España existen varias plantas de este tipo, especialmente en Cataluña y Madrid.<br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a><br />