La Agencia Tributaria ha desmentido una supuesta falta de control, tanto sobre las importaciones de aceite de girasol, como sobre otros productos que acceden al mercado interior desde países de fuera de la Unión Europea.<br /><br />En un comunicado, la Agencia Tributaria, a través de su departamento de Aduanas, mantiene todos los controles legales y paraliza todas las importaciones que no acrediten los certificados correspondientes, incluidos los sanitarios. También registra la importación de los productos y permite su trazabilidad, lo cual ha permitido que de forma inmediata, una vez conocida la alerta, se pudiera enviar información de todas las importaciones de aceite de girasol, y su destino, para que actuaran los responsables sanitarios.<br /><br />El sindicato Gestha, autor del comunicado que ponía en duda la actuación aduanera, parece desconocer que el aceite de girasol a granel para su refino no es apto para el consumo. Por tanto, los controles sanitarios tienen que hacerse cuando ya ha sido refinado. En el caso de requerir el certificado sanitario correspondiente en su paso por Aduanas y no tenerlo, habría sido inmovilizado hasta su consecución.<br /><br />Gestha también parece desconocer que la Agencia Tributaria cumple con todos los controles que se le exigen legalmente y colabora eficazmente con las administraciones de Sanidad y Consumo a través de un sistema de alertas que ha demostrado su utilidad en esta ocasión, entre otros. <br /><br /><B>Reclaman transparencia</B> <br /><br />Por su parte, la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE) considera que no propio que el sector productor, una parte de la cadena de valor del aceite de girasol, se entere por los medios de comunicación de la alerta sanitaria. La CCAE asegura que la información que se está trasladando es parcial y confusa. Y es que no entiende cómo se levanta la alerta sanitaria cuando sólo puede asegurarse la inocuidad de una cuarta parte de las marcas que comercializan este producto en España. “O no había suficientes razones para decretar la alerta o se retira antes de tiempo”, ha apostillado. <br /><br />Al respecto, la Confederación manifiesta que deben identificarse los importadores y las marcas implicadas, evitando esparcir la sospecha sobre todo el sector. Por otra parte, indica que el consumidor tiene derecho a conocer el origen de los productos que consume y esta información debería aparecer claramente en el etiquetado de todos los productos alimentarios. <br /><br />La producción europea y española están sometidas a múltiples normas de carácter sanitario que garantizan la seguridad alimentaria de nuestras producciones. En la UE prevalece la seguridad alimentaria sobre cualquier otra consideración y el sector productor, acepta y aplica este criterio, asumiendo los costes de producción adicionales que comporta.<br /><br />Lo que no tiene ningún sentido es que, al mismo tiempo y en el mismo mercado, concurran productos de importación, comprados precisamente por sus bajos precios, que no están sometidos a los mismos niveles de exigencia sanitaria, que compiten con nuestras producciones, desplazándolas por precio y provocando, entre otras cosas, que la superficie cultivada de girasol en España haya pasado de 825.000 a 660.000 ha. (-20%), a la vez que el consumo de aceite de girasol ha crecido de 272.900 toneladas a 320.100 t. (+17%) en los últimos 5 años (la superficie de girasol se ha reducido prácticamente a la mitad en los 10 últimos años). <br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a><br />