La Comisión Europea propuso ayer una mayor modernización, simplificación y racionalización de la Política Agrícola Común (PAC) y la supresión de las últimas restricciones que pesaban sobre los agricultores para ayudarles a responder a la creciente demanda de alimentos. <br /><br />El denominado “chequeo médico” de la PAC, que se aprobará previsiblemente el próximo semestre, bajo presidencia francesa, y será de aplicación en 2009, aunque el grueso de las medidas no entrará en vigor hasta 2010, romperá aún más el vínculo entre los pagos directos y la producción y permitirá a los agricultores seguir las señales del mercado en la mayor medida posible. Entre el abanico de medidas propuestas figuran<br />la supresión de la retirada de tierras de la producción y el aumento progresivo de las cuotas de producción lechera, antes de su supresión en 2015, así como una reducción de la intervención en el mercado. <br /><br />Estas modificaciones liberarán a los agricultores de restricciones inútiles y les permitirá maximizar su potencial de producción. La Comisión propone, asimismo, un aumento de la modulación, mediante el cual se reducen los pagos directos a los agricultores y se transfieren esos importes al Fondo de Desarrollo Rural. Esta circunstancia permitirá responder mejor a los nuevos desafíos y oportunidades a los que se enfrenta la agricultura europea, incluido el cambio climático, la necesidad de una mejor gestión del agua y la protección de la biodiversidad.<br /><br />A juicio de la comisaria europea de Agricultura y Desarrollo Rural, Mariann Fischer Boel, “el chequeo tiene como principal objetivo permitir a nuestros agricultores satisfacer la demanda creciente y responder rápidamente a las señales que envía el mercado”. Asimismo, esta revisión pretende “simplificar, racionalizar y modernizar la PAC y dotar a nuestros agricultores de las herramientas necesarias para hacer frente a los nuevos desafíos, como el cambio climático, añadió la Comisaria.<br /><br />Respecto a la supresión de la retirada de tierras, la Comisión propuso suprimir la obligación de los productores de cultivos herbáceos de mantener un 10% de sus tierras en barbecho, una medida que permitirá maximizar su potencial de producción.<br /><br />Por otra parte, y teniendo en cuenta que la reforma de la PAC introdujo la “disociación” de los pagos directos a los agricultores, es decir, que dichos abonos dejaran de estar vinculados a la producción de un producto concreto, Bruselas propone ahora suprimir los últimos pagos asociados e integrarlos en el régimen de pago único por superficie (RPUS), salvo la prima por vaca nodriza y la prima por ganado ovino y caprino, sectores en los que los Estados miembros podrán mantener los niveles actuales de ayudas asociadas. Lo cierto es que algunos Estados miembros decidieron mantener algunos pagos “asociados”, o sea, vinculados a la producción. <br /><br />Además, está previsto que este sistema desaparezca en 2010, pero la Comisión propone prolongarlo hasta 2013. Cabe recordar que en la actualidad, diez de los doce más recientes Estados miembros aplican el RPUS.<br /><br />Respecto al abandono progresivo de los pagos “históricos”, cabe destacar que en algunos Estados miembros, los agricultores reciben ayudas cuyo importe se calcula sobre la base de la ayuda de la que se beneficiaron durante un período de referencia. En otros Estados, estos pagos se calculan sobre una base regional, por hectárea. Con el tiempo, el modelo “histórico” es cada vez más difícil de justificar, por lo que la Comisión propone que los Estados miembros puedan adoptar un sistema de pagos más uniforme.<br /><br />Otro de los puntos tratados fue la aplicación de la condicionalidad, un sistema que establece que la ayuda a los agricultores está supeditada al cumplimiento de<br />normas en los ámbitos del medio ambiente, el bienestar animal y la calidad de los alimentos. Por lo que los agricultores que no se atienen a las normas se exponen a una reducción de las ayudas. Pues bien, el texto de la CE refleja que este sistema se simplificará mediante la supresión de normas consideradas no pertinentes ni<br />vinculadas a la responsabilidad de los agricultores, al tiempo que se añadirán nuevas exigencias para preservar los beneficios medioambientales de la retirada de tierras de la<br />producción y mejorar la gestión del agua.<br /><br />Por otra parte, actualmente, los Estados miembros pueden conservar, por sector, un 10% de sus límites presupuestarios nacionales para pagos directos y destinar esta suma, en el sector en cuestión, a medidas medioambientales o a la mejora de la calidad y la comercialización de los productos. La Comisión quiere flexibilizar aún más esta herramienta. Así pues, estos fondos ya no deberán utilizarse obligatoriamente en el sector del que proceden, sino que podrán emplearse para ayudar a los productores lácteos o de carne de vacuno, ovino y caprino en las regiones desfavorecidas; también para promover medidas de gestión de los riesgos, como los sistemas de seguro contra las catástrofes naturales o las mutualidades en caso de enfermedades animales; incluso los países que aplican el RPUS podrán recurrir a este mecanismo.<br /><br />Respecto a la transferencia de fondos de la ayuda directa al Desarrollo Rural, es imprescindible mencionar que en la actualidad, todos los agricultores que reciben más de 5 000 euros en ayudas directas ven reducidos estos pagos en un 5% y dicho importe se transfiere al presupuesto del Desarrollo Rural. Ante esto, la Comisión propone aumentar este porcentaje al 13% de aquí a 2012. Las grandes explotaciones estarán sujetas a reducciones suplementarias (una reducción suplementaria del 3% para las explotaciones que reciben más de 100 000 euros, del 6 % para las que reciben más de 200 000 euros y del 9% para las que reciben más de 300 000 euros). Los fondos obtenidos de este modo podrán ser utilizados por los Estados miembros para reforzar los<br />programas en materia de cambio climático, energías renovables, gestión del agua y<br />biodiversidad.<br /><br />La nueva propuesta propone suprimir el mecanismo de intervención (medidas relativas al abastecimiento de los mercados) para el trigo duro, el arroz y la carne de porcino. En el caso de los cereales forrajeros, la intervención se fijará en cero, mientras que para el trigo panificable, la mantequilla y la leche desnatada en polvo se introducirá un mecanismo de adjudicación.<br /><br />Finalmente, durante la reunión el organismo europeo propuso que los Estados miembros deberán aplicar un pago mínimo de 250 euros por explotación, o por una superficie mínima de 1 hectárea, o ambos, así como suprimir la prima para los cultivos energéticos.<br /><br />Respecto a los biocombustibles, la Comisaria apuntó que " no resolverán todos nuestros problemas, pero tampoco se tragarán el suministro mundial de alimentos". Más aún, "usados correctamente, pueden ser un arma para luchar contra el cambio climático y un seguro político para nuestros problemas de suministro de carburantes, trabajando de una manera equilibrada con nuestras necesidades alimentarias". De hecho, señaló que "muchos biocombustibles de primera generación ahorran más del 35% de emisiones de gases de efecto invernadero. <br /><br /><br /><B>Asaja considera que es “el peor momento”</B><br /><br />Ante tal situación, la organización agraria Asaja considera que la Comisión Europea ha elegido el peor de los momentos posibles para avanzar en su desafortunada y anticuada idea de desmantelar la Política Agraria Comunitaria (PAC). En un contexto en que la agricultura debe responder ante los importantes retos que se presentan, tales como la crisis alimentaria, inestabilidad de precios, seguridad alimentaria y las nuevas demandas energéticas, el organismo comunitario opta por afianzarse en sus tesis y proponer como toda solución reducir los fondos destinados al presupuesto agrario, proponer nuevos recortes a las rentas de los agricultores y desmantelar los mecanismos de regulación del mercado.<br /><br />A su juicio, “la comisaria Fischer ha perdido una oportunidad magnifica de lanzar una propuesta firme y tranquilizadora no sólo para el sector agrario europeo, sino para la sociedad en su conjunto. Sin embargo, lejos de eso ha lanzado una propuesta extemporánea y totalmente desafortunada con la que ha conseguido el rechazo unánime de los productores agrarios europeos y la oposición de la mayoría de los ministros del Consejo de Agricultura”.<br /><br />Asaja considera que la Comisión propone un “chequeo médico” que esconde una reducción presupuestaria, pues las medidas propuestas supondrían una reducción de 262 millones de euros en el presupuesto agrario en el periodo 2010-2013.<br /><br />Respecto a la modulación, la organización agraria manifiesta que la propuesta planteada ignora la necesaria competitividad del sector. En unos momentos en los que la sociedad demanda del sector agrario mas producción resultan “desafortunadas” y “anticuadas” unas propuestas que penalizan a las explotaciones mas competitivas y mejor organizadas.<br /><br />De los mecanismos de intervención, el sindicato explica que el contexto mundial, en cuanto a producción de alimentos, exige que Europa recupere el concepto de seguridad alimentaria en lo que se refiere a alimentos suficientes en cantidad y en precio. Desmontar los actuales mecanismos de intervención tal y como propone la revisión de la PAC, sin ofrecer propuestas alternativas, implica poner en riesgo la seguridad alimentaria de Europa y la contribución europea a los equilibrios alimentarios mundiales. <br /><br />Sin embargo, única medida de las propuestas de la Comisión que la organización agraria considera positiva para el sector agrario español es el desacoplamiento total. Por ello, han instado a la ministra Espinosa a que decida su inmediata puesta en marcha para que sea una realidad en la próxima campaña PAC. <br /><br /><B>UPA también lo rechaza</B><br />Por su parte, UPA ha muestra su rechazo más enérgico a la propuesta de reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC), ya que afirma que esta reforma supone un paso más en el progresivo desmantelamiento de esta política, en lugar de reforzarla como exige el sector productor y los propios consumidores en una coyuntura de crisis e incertidumbre creciente sobre el futuro de todo el sistema alimentario mundial. <br /><br />UPA no entiende como la Comisión Europea se decide a desmantelar la política agraria europea en lugar de trabajar, con políticas activas, ante el desajuste entre oferta y demanda en los mercados internacionales y las tensiones insoportables en los precios de los medios de producción y de las materias primas. <br /><br />La organización considera que esta realidad, que puede poner en serio riesgo la producción de alimentos para cubrir la demanda de productos agroalimentarios en todo el planeta, cada vez mayor, debería obligar a la UE a asumir un firme compromiso político y financiero con el sector agrícola como respuesta y salida a la crisis, justo lo contrario de lo que ahora se propone. <br /><br />Las propuestas que recoge el documento de la Comisión parecen responder únicamente a la obsesión por el control presupuestario y el abandono de las políticas comunes, de espaldas a la situación que se está creando en los mercados internacionales. Como ejemplo, con la reforma que plantea la UE desaparece la posibilidad de retirada de tierras, se pierden las ayudas específicas y se eliminan los mecanismos de gestión de mercados. <br /> <br /><B>COAG se manifiesta</b> <br /><br />Sin embargo, COAG asegura que la revisión de la PAC sigue en la línea del desmantelamiento de la única política común de los 27, profundizando en las principales medidas que sirvieron de base en la reforma de la PAC de 2003: liberalización, desregulación, desacoplamiento de las ayudas (no ligadas a la producción) y recortes de los apoyos para el sector agrario. <br /><br />Al mismo tiempo asevera que los agricultores y ganaderos reciben precios que no les permiten cubrir los costes de producción (que en el último año han subido de medio más de un 60%), de ahí que muchos estén abandonando una actividad que es fundamental para el mantenimiento de nuestros pueblos.<br /><br />Por ello, COAG critica que la ineficacia de la actual PAC para controlar los desequilibrios de los mercados agroalimentarios, por lo que ha puesto de manifiesto que es necesario, hoy más que nunca, un modelo social y profesional de agricultura que asegure precios justos para los productores y alimentos de calidad a precios razonables a los consumidores europeos. Por este motivo, COAG ha iniciado una campaña de movilizaciones a nivel estatal para denunciar la crítica situación que atraviesa el campo y reivindicar una nueva PAC que apueste por el modelo social de agricultura, la soberanía alimentaria y el desarrollo sostenible del medio rural. Entre otros, debe fundamentarse en aspectos tales como que la alimentación debe ser considerada un asunto estratégico para el conjunto de la sociedad y así se explica la necesidad de políticas públicas para mantener un modelo social de agricultura y alimentación.<br /><br />Asimismo, los pagos desacoplados no pueden legitimarse ni económica, ni socialmente. Son un instrumento pensado exclusivamente para favorecer la reconversión y abandono del sector agrario. Las nuevas circunstancias de los mercados mundiales alimentarios nos han demostrado que el mantenimiento del sector productor agrario europeo y del modelo social europeo de agricultura es el elemento esencial de cara al futuro. Y es que, “nuestro futuro se decide en gran parte en el ámbito de los precios y los mercados. La UE debe cambiar su política neoliberalizadora radical de abandono de la regulación de mercados y debe reinstaurar los mecanismos que eviten la fluctuación de los mercados agrícolas y garanticen unos precios a los agricultores que superen sus costes de producción”.<br /> <br />La organización agraria rechaza la homogeneización del pago único por explotación, ligada al desacoplamiento de las ayudas directas e indica que en cualquier caso, debería ser de aplicación voluntaria para los EE.MM.”Queremos que todas las ayudas estén vinculadas, específicamente a la actividad desarrollada en las explotaciones agrarias (ayuda por activo agrario)”.<br /><br />En cuanto al recorte modulado, el sindicato acepta a aquel que no afecte a los titulares que viven de la actividad agraria y, en todo caso, debe plantearse un recorte drástico a partir de 100.000 €; sin embargo, apostilla que el destino de los fondos recortados (“modulados”), en el pilar del desarrollo rural, debe circunscribirse a medidas agrarias dentro de los ejes 1 y 2 del desarrollo rural, es decir mejora de la competitividad y del medio ambiente rural.<br /><br />Respecto a los nuevos 4 desafíos identificados (cambio climático, energías renovables, gestión del agua y biodiversidad), al tratarse de aspectos generales que benefician al conjunto de la sociedad, COAG considera que “debe dotarse de un presupuesto adicional no derivado de los presupuestos agrarios”.<br /><br /><a href= http://www.mercacei.com/foros/index.php target= “blank”> <b>Opine sobre esta noticia en nuestro foro</b></a><br />