A raíz de la denuncia presentada ante los tribunales de la Competencia por parte de las organizaciones agrarias UPA y COAG, la pasada semana, contra la cadena de distribución comercial Carrefour por la campaña de promoción en la que se utiliza el aceite de oliva virgen extra como principal “producto reclamo”, numerosos medios de comunicación de han hecho eco de la noticia publicando interesantes teorías y posibles causas. Es el caso del portal <i>boletinagrario.com</i>, que anuncia que en esta promoción, denunciada también por el sindicato agrario catalán JARC, la gran distribuidora oferta aceite de oliva virgen extra de marca propia, tanto normal como en su versión frutada, a un precio resultante de 1,76 euros por litro (si bien el precio de la primera garrafa es de 2,7 euros por litro, en la segunda sale a 0,81 euros, lo que significa hasta diez litros de aceite virgen extra por 17,55 euros).<br /><br />En el portal agrario destacan, como ya hizo nada más salir la promoción la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) que este precio es “algo difícil de asimilar si tenemos en cuenta que el coste medio de producción del litro de aceite de oliva de mayor calidad, esto es, el virgen extra, no bajó de los 1,85 euros en todo el año 2010. Por tanto es innegable que esta promoción se sitúa por debajo de lo que se conoce como "venta a pérdidas”, es decir, su precio de venta al público es claramente inferior al mismo precio en origen.<br /><br />Además, apuntan que “este hecho no debe ser considerado como algo aislado o puntual, sino que responde a una tendencia seguida desde hace varias campañas por parte de las grandes superficies comerciales, algo favorecido por la creciente concentración del mercado aceitero en manos de cada vez menos empresas distribuidoras”, así hacen mención del comunicado que emitía la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (Faeca) hace un año por estas fechas hace ya un año en el que presentaba un manifiesto por la transparencia del sector y en contra de las prácticas de “ventas a pérdidas”, algo que achacaban precisamente a una “consecuencia de la profunda transformación experimentada por la comercialización y materializada en la concentración de la distribución, el continuo incremento de ventas bajo sus propias marcas y el uso del aceite de oliva como producto reclamo en las grandes superficies”. Denunciaba Faeca entonces que este escenario está provocando la concentración de la industria envasadora, “de tal modo que tan sólo 4 empresas compran más del 50% del aceite de oliva que se vende a nivel mundial”.<br /><br />El portal agrario recuerda esta situación para ilustrar “la grave reincidencia que se produce en los supuestos casos de venta a pérdidas por parte de las grandes superficies, con la consecuente situación de competencia desleal que este hecho provoca, por no hablar de las graves repercusiones en el tejido productivo: en los últimos años, tan sólo desde UPA se han presentado más de 130 denuncias relacionadas con este tipo de prácticas de venta a pérdidas”.<br /><br />Desde la Junta de Andalucía, por su parte, la Consejera de Presidencia, Mar Moreno, anunciaba el pasado viernes que su Administración “será muy sensible a todas las denuncias de esta naturaleza”, para evitar así unas prácticas “que terminan perjudicando a las familias y las empresas que trabajan y viven del aceite de oliva”. Moreno aseguró también que, “de confirmarse la denuncia, estamos ante una competencia claramente desleal que hace daño estructural a nuestro producto al bajar unos precios de manera absolutamente injustificada”. <br /><br /><i>Para más información, pueden suscribirse a nuestro Newsletter Semanal impreso "Mercacei" y/o al Club Mercacei en el <a href="seccion/151/alta/">Club Mercacei.</a></i><br />